Esperanza Aguirre no cree que el Gobierno central vaya a llevar a cabo ningún tipo de actuación contra Amaiur (la marca de Bildu a las elecciones generales), más bien todo lo contrario. Puso como argumento "que dejó" que la coalición pudiera concurrir a los comicios del 22 de mayo, obteniendo un importante poder municipal.
Pero es que, además de mirar para otro lado, lo que cree la presidenta de la Comunidad de Madrid es que "el Gobierno está muy interesado en que Bildu concurra a las elecciones" del 20-N. Cabe recordar que ella es una de las dirigentes del PP, junto a Jaime Mayor Oreja o José María Aznar, que creen abiertamente que el Ejecutivo negocia de forma soterrada con la banda asesina. Una opinión muy generalizada en Génova, a pesar de que no se diga públicamente.
Otro ejemplo a unir a su demostración fue el cambio de opinión del Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, sobre la misiva de los presos etarras. Del "escándalo" al alineamiento con José Luis Rodríguez Zapatero, resumió la presidenta.
Así las cosas, Aguirre vino a dar por perdido al Gobierno para centrarse en el futuro; en lo que tendrá que hacer el PP una vez tome las riendas del país. Y, en este sentido, se sirvió del compromiso adquirido por Soraya Sáenz de Santamaría en la víspera para asegurar que "lo primero que tendrá que hacer" Mariano Rajoy es "quitar a ETA de las instituciones". "O ETA se disuelve o ilegalización", recetó contundente.
Un asunto, el de la política antiterrorista, que sirvió a la jefa del Ejecutivo regional para hacer un balance demoledor sobre la etapa de Gobierno socialista: "España arruinada, España dividida y ETA en las instituciones", concluyó.