Este martes se comienza a decidir si el caso Faisán se juzgará en la Audiencia Nacional o en un juzgado de Irún. Sin embargo, los procesados están nerviosos y han amenazado a Interior de que tirarán de la manta si finalmente son juzgados por colaboración con banda armada. Esta advertencia se produjo tras conocerse el auto de procesamiento del juez Ruz y la salida del Gobierno del ahora candidato Pérez Rubalcaba.
Según informa El Mundo, uno de los tres procesados ha advertido a sus jefes políticos de que deberán asumir responsabilidades si finalmente son juzgados y que no sólo hablarán del chivatazo a ETA sino que también desvelarán nuevos datos sobre las negociaciones del Ejecutivo Zapatero con la banda terrorista.
En este sentido, este procesado no estaría dispuesto a comerse el marrón sin que sus superiores políticos respondan también a sus actuaciones. Y aunque la advertencia proviene de uno de los tres imputados desde el Ministerio del Interior se interpreta como una maniobra conjunta de los tres procesados.
Ante esta amenaza comenzó una negociación para llegar a un acuerdo para que no se conozcan datos sensibles sobre el chivatazo a ETA. Por ello, la jugada sería a tres bandas: Ministerio, tribunales e imputados. De este modo, se habría ofrecido a este procesado la posibilidad de que únicamente sea juzgado por revelación de secretos y no por colaboración de banda armada. Esto significaría que el caso se trasladaría a Irún.
El imputado aceptó esta oferta. Si se juzga en Irún callará pero si es juzgado en la Audiencia Nacional tirará de la manta aunque las fuentes no aclaran si esto significaría dar nombres y apellidos de los que están detrás de la orden política del chivatazo. De igual modo consideran que tirar de la manta sea aportar datos de cómo el Ejecutivo llevó a cabo las negociaciones con ETA.