Mientras la Generalidad se muestra insumisa frente a las sentencias que le obligan a que el castellano sea también lengua vehicular en al escuela pública, su máximo responsable elige otro camino para sus hijos. Los retoños de Artur Mas cursaron estudios en el mismo centro en que lo hizo su padre, uno de los más elitistas de Barcelona. Fundado y dirigido por el pedagogo Pere Ribera, quien falleció hace dos años, el colegio Aula ofrece a sus selectos clientes una educación con el catalán y castellano como lenguas vehiculares y una apuesta por el inglés y el francés como tercer y cuarto idioma.
En febrero de 2006, el entonces líder de la oposición catalana declaraba lo siguiente en un foro de El Mundo: "Que monten un colegio en castellano para el que lo pague, igual que montaron uno en japonés". Sin embargo, no es necesario que eso ocurra para que los vástagos del nacionalismo reciban una educación en castellano, vedada a los alumnos de los centros públicos. En un artículo en La Vanguardia el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras (uno de los fundadores de Ciudadanos) se refiere a la web de Aula para dar cuenta de la doble moral que en el terreno lingüístico practica la Cataluña oficial. En la página oficial del colegio hay un apartado titulado Plurilingüísmo donde se explica que para los alumnos de entre tres y seis años se fomentará el aprendizaje y uso del castellano, catalán, inglés y francés pero priorizando la lengua materna. En Primaria se cursarán materias en las dos lenguas oficiales de Cataluña, por ejemplo las matemáticas.
En el citado Foro de El Mundo, Mas aseguraba que no se podían atender determinadas reivindicaciones por eso sería "montar escuelas con lengua vehicular en castellano, y ese no es el sistema". Sí lo es para los que pueden costear a sus hijos una educación privada, sin salir de Barcelona.