Tu destino es y sera la carcel. Al tiempo.
Tu destino tenía que ser la cárcel
Por sinvergüenza y ladrón
Tu destino tenía que ser la cárcel
Por sinvergüenza y ladrón
Sólo una cosa: ¡MEMO!
Los delirios de un "Alunado Medicado", el peor gobernante que ha tenido España en más de doscientos años: ETA en las instituciones; traición del Ministerio del Interior a sus propios policías (Bar Faisán); ruina económica; ruina moral - aborto como método anticonceptivo, eutanasia y píldora del día después que está minando la salud de muchas jóvenes - ; politización total del Poder Judicial; Cataluña hacia la independencia, eso sí, pagada por todos los españoles y, el hazmerreír de todos los foros internacionales. Él, que nos iba a llevar a Europa, casi nos va a sacar de ella, en fin.... fiel reflejo de todo un pueblo que dormita plácidamente.
Pues se podia haber puesto a mirar las nubes hace 8 años además de tumbarse a la bartola que es lo que ha hecho y haber dejado la Moncloa a otro mas trabajador viniendo del sindicalismo ya sabemos que lo que les gusta es cobrar sin trabajar. ¡y que nos deje ya en paz de frases gilip.. y cursis! ¡que tio mas cursi por Dios!
Cinco millones de parados es lo que están haciendo, contando nubes y esperando a que caiga una buena tormenta de lluvia ácida y te coja a ti y a todos tus secuaces, HP (impresora).
Acabado con todo el material:
¿¿ LOS DEMAS QUE FUMAMOS ??
Eres una plaga y una calamidad andante...
Eres despreciable y estúpidamente malvado...
Pero viendo lo que te espera en casa al final de cada jornada, no puedo por mas que sentir lástima por tu patética persona...
Que disfrutes de tu infierno personal en tus magníficos aposentos de la mansioncita de León...
Arrieros somos y en el camino nos encontraremos...
Me parece merecido que el alarde de psicohistoria pueda premiarse. El señor Otero debe ser todo un Harry Seldon al acertar en sus vaticinios. No es fácil hacerlo, hay que conocer muy bien a España para haber llegado a la conclusión de que un presidente así podría salir elegido gracias a la sabiduría innata de los españoles.
Eso sí, con ayuda de unos trenes.