Hace tan sólo cuatro días, el pasado 7 de septiembre, el presidente de la Generalidad proclamó: "No cambiaré el sistema de inmersión lingüística por mucho que me toquen las narices". Quien le tocaba las narices era el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que obligaba a la Generalidad a modificar la Ley que sólo contempla el catalán como lengua vehicular en las escuelas en un plazo de dos meses.
Mas hacía estas declaraciones después de que el portavoz del gobierno catalán, otros miembros de su Ejecutivo, así como algunos pesos pesados del Gobierno de Zapatero, como Francisco Caamaño, se mostraran contrarios a dicha sentencia del TSJC. En esencia, todos pedían el boicot al texto legal y la insumisión ante la sentencia del tribunal.
Con aquellas declaraciones, el presidente de la Generalidad de Cataluña pasaba del victimismo al ataque. Hace tan solo dos días, su Ejecutivo utilizaba la técnica del rechazo y la "presión" de España para justificar su negativa a cumplir el fallo del TSJC.
El artículo 410 del Código Penal es claro al enunciar que "las autoridades o funcionarios públicos que se negaren abiertamente a dar el debido cumplimiento a resoluciones judiciales, decisiones u órdenes de la autoridad superior, dictadas dentro del ámbito de su respectiva competencia y revestidas de las formalidades legales, incurrirán en la pena de multa de tres a doce meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años".
Pide que se cumpla la ley con la Diada
En cambio este sábado parece que Mas ha recuperado su sentido del deber y ha recordado la igualdad de todos ante la Ley. Cabría decir que de todos menos la suya. Porque mientras unos días llama a la insumisión ante resoluciones como la del TSJC, ahora hace un llamamiento a cumplir la ley y celebrar la Diada con dignidad. Eso sí, no aclara exactamente qué precepto de las normas habría incumplido García Albiol por suprimir los actos institucionales en Badalona.
Ya lo dijo este sábado Felipe Puig, consejero de interior de la Generalidad, cuando insinuó que García Albiol había incumplido la ley al retirar los actos oficiales con motivo de la Diada ante la negativa del resto de grupos del consistorio de Badalona a acudir a los mismos. Fue un boicot provocado por la insistencia de García Albiol en mantener la bandera de España en el balcón del ayuntamiento durante las fiestas en lugar de mantener únicamente la bandera de la comunidad autónoma catalana. Curiosamente la ley obliga a que en los balcones de los ayuntamientos españoles ondee la bandera de España.
Así, el presidente catalán, Artur Mas, ha hecho un llamamiento a celebrar la Diada "con todos los símbolos y con dignidad" y ha recordado, en alusión al popular Xavier García Albiol, que "hay que respetar las leyes" y "la primera ley que aprobó el Parlamento catalán fue la que regulaba la celebración" de esta efeméride.
"La Diada tiene que celebrarse con todos los signos", ha dicho el presidente de la Generalidad en el patio de la residencia de ancianos del barrio barcelonés de Bon Pastor, en el mismo momento en el que alguien ha rozado involuntariamente la bandera catalana que presidía el acto y ésta ha caído al suelo.
"Con todos los signos, y derechos", ha bromeado mientras levantaba la senyera, momento en el que ha añadido también que "quien quiera entenderlo, que lo entienda", en clara alusión al popular García Albiol.
Mas ha iniciado el acto descubriendo la placa inaugural de la residencia y centro de día de Bon Pastor y ha finalizado su discurso animando a los ancianos de la residencia a celebrar la Diada Nacional de Cataluña "como lo hacen los países serios".