Las maratónicas reuniones del equipo de Gobierno en la recrudecida crisis bursátil, con la prima de riesgo española disparada, sin duda han pesado en la energía del ministro de Fomento.
Por eso, o quizá por pura desidia, José Blanco se ha dormido en la rueda de prensa de Zapatero con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, celebrada este martes en Ankara.
Primero una cabezada leve. Y luego todo un sueñecito, quizá tan merecido que la titular de exteriores, Trinidad Jiménez, sentada a su derecha, parece que no se atrevió a despertarle.
Puede que la pequeña cabezada fuera breve, pero desde luego fue reparadora para Blanco. Tras despertarse, el ministro tuvo que mirar a un lado y otro para ubicarse de nuevo.
No obstante, todos aquellos que esperan una adecuada respuesta del portavoz del Gobierno, ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, a la crisis monumental que vive nuestro país, vuelven a reaccionar decepcionados ante esta improvisada siesta.
No es la primera vez que ocurre: ya sea durante un importante anuncio del exministro Solbes, o incluso en el debate del estado de la Nación de este mismo año, cualquier momento es bueno para recuperar algo de fuerzas.
Lo cierto, en todo caso, es que Blanco consideró poco interesante el discurso de Zapatero, que estaba afanado defendiendo la entrada de Turquía en la Unión Europea.