La localidad leonesa de Rodiezmo ha acogido este domingo su XXXII edición de la fiesta minera. Una cita que era obligada para los socialistas hasta el año pasado.
Rodiezmo era el lugar en el que Zapatero arrancaba tradicionalmente su curso político, en su tierra y adulado por los sindicalistas. El presidente solía utilizar su discurso, especialmente escorado hacia la izquierda, para anunciar subidas en las pensiones. No faltaba La Internacional y el pañuelo rojo. Tampoco las críticas al PP, saltándose sin rubor el pacto de Toledo.
Pero la crisis económica y los recortes que le impusieron Europa y EEUU a Zapatero rompieron con la tradición. Ya la apertura del curso político en septiembre de 2010 Rodiezmo no fue lo que era y se escucharon fuertes silbidos contra Zapatero y el Gobierno. Habían pasado pocos meses desde el tijeretazo y faltaban pocos días para la huelga general. Entonces, ni Zapatero ni ningún miembro de la Ejecutiva del PSOE se atrevieron a acudir a la cita.
Este año más de lo mismo. Por segunda vez consecutiva José Luis Rodríguez Zapatero no está en Rodiezmo. Tampoco ha estado ningún dirigente socialista de relieve. Aunque se había especulado con el nombre de José Blanco, Ferraz terminó descartándolo. Tampoco ha acudido el candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, pese a que se había hablado de que quizás aprovechara el simbólico enclave para dar el pistoletazo de salida al curso político. El motivo del divorcio hay que buscarlo, en esta ocasión, en la reciente reforma constitucional, a la que han lanzado duras críticas los sindicatos. Encabezarán esta misma semana una manifestación en su contra.
En la fiesta minera, en cualquier caso, no se olvidan del presidente. "Zapatero nos ha defraudado y nos ha engañado", decía un ugetista desde la tribuna. Otro arremetía contra Sebastián, Zapatero y Vicente Herrera: "Son unos farsantes", decía. "Nos ha defraudado y nos ha engañado", continuaba refiriéndose al presidente Zapatero.
Por su parte, el secretario general de FIA-UGT, Antonio Deusa, ha pedido al sindicato que "retome la senda ideológica de la izquierda", algo que "hace tiempo que había que hacer" para garantizar los derechos sociales de los trabajadores, "gravemente perjudicados" por la situación de crisis económica.
El secretario general del sindicato, Cándido Méndez, ha incidido después en las críticas a los recortes y en especial a la reforma de la Constitución, que tacha de "acto de sumisión de la política" a la idelogía que, en su opinión, ha provocado la crisis. Para Méndez, tanto el PSOE como el PP están "desautorizados por la realidad"
Con ellos ha estado el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, el único socialista que ha seguido fiel a la cita, con un discurso que ha incluido algún dardo a su propio partido. En su arenga ha afirmado que el Ejecutivo ha tenido que tragarse una "píldora envenenada" al tener que reformar la Constitución para que los "poderosos" no arrasaran el país.
Guerra también ha dicho que "a veces, la verdad no gusta oírla", pero vivimos una "dura época" en la que los "enemigos de los humildes" se han adueñado de los resortes del poder.
A juicio del diputado socialista, existe una guerra de la economía contra los pueblos, que la derecha está aprovechando para hacer recortes, algo que asume como un "placer", ya que convierte lo público en privado para hacer negocio con ello.
"La culpa de la crisis es la codicia de unos pocos", ha proseguido Guerra, quien ha insistido en que la situación no se va a arreglar votando al PP, partido al que ha responsabilizado de haberla creado.
También ha criticado a los nacionalistas por opinar que la reforma de la Carta Magna ha roto el consenso de 1978, y ha argumentado al respecto que ellos han propuesto enmiendas en las que plantean el derecho de autodeterminación, que sí que rompe el acuerdo constitucional.