En rueda de prensa desde Moncloa junto al primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha pronunciado sobre la reforma constitucional, la crisis abierta en su partido y el aluvión de críticas de los nacionalistas. En varias ocasiones, José Luis Rodríguez Zapatero repitió en varias ocasiones que la reforma "es importante para España".
"Ha sido hecha en plazos muy perentorios porque lo necesitamos con la máxima velocidad", ha explicado ante la prensa. "Y es normal y lógico, y lo entiendo, que en una reforma que se hace tan rápido la intensidad del debate se ponga de manifiesto". Según Zapatero, la reforma "va a dar y está dando resultados positivos para la confianza, la estabilidad y el futuro de la credibilidad de España".
Sobre la votación, el presidente ha destacado su "amplio respaldo" por el acuerdo entre PP y PSOE, deteniéndose después en la situación de su partido. "La respuesta ha sido amplísima, por no decir casi unánime, un respaldo que agradezco sobremanera, y esa tarea la ha hecho el candidato", ha dicho en alusión a Rubalcaba, con el que apenas cruzó unas palabras ayer en los pasillos del Congreso. Él ha rechazado que haya tensión entre ellos: hay, según él, "más cercanía que nunca".
"Espero que se culmine, insisto, es importante para España", ha reiterado el presidente, que ha enfatizado que la reforma "nos es útil, muy útil". Ha agradecido los respaldos obtenidos en el Congreso y también ha dedicado palabras a las numerosas voces críticas que se escucharon este martes en la Cámara baja: "Tengo comprensión también con quienes discrepan. Lo entiendo, aunque no lo comparto".
El presidente se ha detenido en la posición de CiU. En su opinión, su rechazo a la reforma "tiene algo más que ver con una interpretación, una opinión que, en mi opinión, no es correcta sobre el impacto de la reforma" en la autonomía financiera.
"Va a haber diálogo, pero algunas de las cosas que están proponiendo son difíciles de incorporar en este proceso de reforma", ha advertido antes de mandar un mensaje a Duran Lleida: "Creo que no debemos abusar de los adjetivos y confío en la responsabilidad de CiU ante este importante proceso de reforma en un momento tan decisivo para el conjunto de España. Espero que la moderación se mantenga dentro de la legítima discrepancia".