La brecha abierta en el PSOE a raíz de la reforma constitucional ha tenido este lunes un nuevo capítulo. El candidato del partido a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ante la dirección del PSOE, en presencia del secretario general y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que le hubiera gustado poder consultar la reforma constitucional con los dirigentes del partido antes de cerrarla.
"Yo no lo hubiera hecho así", dijo Pérez Rubalcaba a sus compañeros de partido durante la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, según confirmaron después fuentes socialistas.
Antes de que esta información trascendiera y después de que el PSC decidiera asegurar en público que apoya la reforma, Carmen Chacón -que ya ha sido confirmada como número uno por Barcelona en sus listas electorales- decía que tenía "dudas" sobre el proceder en esta reforma. Así se expresaba la ministra de Defensa y desbancada candidata entre los suyos mientras el presidente y el candidato se centraban, en Ferraz, en explicar a los dirigentes socialistas el fondo y la forma del acuerdo para incluir en la Constitución el principio de estabilidad presupuestaria, que empezará este martes su tramitación parlamentaria.
Rodríguez Zapatero se centró en la idea de que esa reforma lanzará un mensaje claro a mercados e inversores en el sentido de que España asumirá sus obligaciones y pagará sus deudas.
Explicó que antes de proponer el pasado martes la iniciativa en el Congreso, el lunes por la noche, el candidato le expresó sus "muchas reticencias" a la reforma. "Sé lo difícil que ha sido esto para Alfredo", explicó el presidente a los asistentes, que defendió la decisión por entender que es lo más conveniente para los intereses generales de España. El propio candidato reconoció esas reticencias públicamente en el Congreso después de que el presidente lanzara la propuesta, y no por discrepar con la necesidad de mantener saneadas las cuentas públicas.
De hecho, este lunes ante la Ejecutiva, el candidato reiteró que ha sido "y sigo siendo, como toda la vida y más que nadie, un defensor de la estabilidad financiera". Por eso, "por responsabilidad", y por el "estrecho margen" disponible, le dijo al presidente que fuera "adelante" con la reforma, sobre todo tras lograr la disposición de Mariano Rajoy.
Desde ese momento, dijo Pérez Rubalcaba a sus compañeros, "asumí una responsabilidad enorme siendo candidato del partido, y por eso me empeñé en mejorar la propuesta para lograr el mejor acuerdo posible". En su opinión, y así lo dijo en la reunión, esta reforma es una especie de "vacuna" que debe ser inoculada lo antes posible para afrontar "la difícil situación que podemos tener en los próximos meses, a lo largo del otoño".
Pese a ello, precisó que él "no lo hubiera hecho así" y en su conversación con el presidente le dijo que hubiera preferido poder consultar con calma a la dirección del partido.
No al referéndum y la oposición del PSM
El candidato también rechazó la posibilidad de realizar un referéndum al respecto y expuso que ningún país de la Unión Europea lo hace para llevar a cabo reformas constitucionales en este sentido.
La representante del Partido Socialista de Madrid (PSM) en la Ejecutiva Federal, Maru Menéndez, también expresó sus reticencias ante esta reforma y cuestionó los tiempos y el método que se ha empleado para llevarla a cabo. Aunque algunas fuentes consultadas aseguraron que no realizó una 'enmienda a la totalidad', al no cuestionar el fondo del asunto, es decir, la necesidad de controlar el déficit público.
Ya por la tarde, Rubalcaba tuvo como misión convencer a los barones territoriales: "O la hacemos ya o no servirá para nada". Fuentes del PSOE consultadas por Efe han explicado que los dirigentes regionales han cerrado filas en torno a la propuesta de reforma y han valorado especialmente que, a petición del candidato, se excluyeran del texto las cifras concretas de déficit, que originariamente sí iban a figurar.
El PP: "Rubalcaba ni habló, ni se reunió con nosotros"
Sin embargo, desde el PP señalan que Rubalcaba "se intenta apuntar un tanto que no tiene". Y es que según señaló Soraya Saénz de Santamaría, en las negociaciones que mantuvo con los socialistas "ni habló, ni se reunió" con él. Fue el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, quien estuvo al frente de las mismas. Y Mariano Rajoy tuvo como "único interlocutor directo", vía telefónica, a José Luis Rodríguez Zapatero.
Guillermo Fernández Vara, uno de los barones más críticos con la reforma, resumía en su cuenta de Twitter su impresión, que seguramente es compartida por la mayoría de los dirigentes socialistas, de la charla con 'Alfredo': "Cuando las cosas se explican se pueden entender. Pero quienes tienen que entenderlo no somos solamente nosotros sino todos los ciudadanos".