El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha propuesto este martes la reforma de la Constitución para establecer una regla que garantice la estabilidad presupuestaria en el medio y largo plazo, tanto en relación con el déficit estructural como en la deuda, que vincularía a todas las administraciones públicas.
Durante el debate de convalidación del dectreto-ley de medidas económicas aprobado el pasado viernes, Zapatero dijo que esta medida ayudaría a "fortalecer" la confianza en la estabilidad a medio y largo plazo en la economía española.
Zapatero adelantó que ya ha trasladado esta iniciativa tanto al líder de la oposición, Mariano Rajoy, como al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Considero que es factible llegar a ese acuerdo de reforma constitucional e invito a los dos grupos mayoritarios y a los demás grupos de la Cámara a que lo concreten en una proposición de ley de reforma constitucional que pudiera ser aprobada de inmediato", subrayó.
Ésta ha sido la nueva medida estrella anunciada por Zapatero. Sin embargo, la idea no es suya. El presidente se ha dado mucha prisa en recoger el guante lanzado por Francia y Alemania la semana pasada. El presidente galo, Nicolas Sarkozy, y la cancillergermana, Angela Merkel, propusieron el pasado martes instaurar "un verdadero gobierno económico" en la zona euro, para lo cual lanzaron diversas propuestas.
Una de ellas consiste, precisamente, en que los 17 estados miembros adopten en sus respectivas constituciones, antes del verano de 2012, reglas comunes para garantizar el equilibrio presupuestario. Zapatero se ha plegado de inmediato a tal exigencia y propone establecer límites constitucionales al déficit y a la deuda pública. Se trataría de la segunda reforma constitucional de la democracia, tras la aprobada en 1992 para adoptar el Tratado fundacional de la UE (Maastricht).
Sin embargo, aunque Zapatero ha apoyado la aprobación inmediata de este límite constitucional, éste no se empezaría aplicar hasta 2018-2020, una vez concluido el actual proceso de consolidación fiscal, y ha adelantado que la propuesta del Gobierno contiene elementos de flexibilidad.
Durante su turno de réplica, Zapatero indicó que, a pesar de la necesidad de aprobar cuanto antes esta reforma de la Constitución, no se trata de una fórmula "para el año que viene", sino que debe tener un horizonte de una década aproximadamente. Además, debe incorporar "criterios objetivamente rigurosos" sobre el déficit estructural, pero con "flexibilidad" en otros aspectos, aunque no especificó cuáles.
Rajoy, dispuesto
Tras lanzar Zapatero el anuncio, el presidente del PP ha expresado el apoyo de su partido a la propuesta. Eso sí, ha aprovechado para recalcar que el actual candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se opuso a esta medida y la descalificó cuando la planteó el Partido Popular.
Rajoy ha afirmado que su grupo está dispuesto a "facilitar" la tramitación de esta reforma de la Carta Magna, en "coherencia" con la postura que viene defendiendo el PP, ya que propuso por primera vez esta reforma el 25 de junio de 2010. "Creo que habría que haberlo hecho ya y las cosas nos habrían ido mejor", ha enfatizado.
Dicho esto, ha recordado las "descalificaciones, gracias y chanzas" que recibió el PP en su día cuando lanzó esta propuesta por parte de Rubalcaba y se ha preguntado si esta persona que demostró "un alarde de conocimientos sin parangón, ha cambiado de opinión".