El debate surgió con la petición del BNG en el Congreso de suprimirlas para "adelgazar" la administración central y aumentar el autogobierno de Galicia. Zapatero contestó en el Debate del Estado de la Nación que eso se abordaría, en todo caso, en la legislatura siguiente.
José Blanco, además, hizo unas declaraciones en una entrevista con las que abría la puerta a la supresión de diputaciones e incluso de ayuntamientos. Abierto el debate, Rubalcaba también se pronunció. Y lo hizo para defender la existencia de las diputaciones aunque sí reconoció que había que cambiarlas.
En un acto de partido ante alcaldes socialistas, Rubalcaba dijo: "La pregunta no es "diputaciones sí o no, sino diputaciones ¿para qué?". Apuntó que si estas instituciones permiten a los pequeños municipios que tengan servicios que por sí solos no pueden tener, "sirven", pero si duplican los ya prestan ayuntamientos y comunidades autónomas, "no sirven".
Pero no habló de supresión, sino de transformación para que "sean de apoyo constante a los municipios que no pueden tener algunos servicios". Para Rubalcaba, el debate debía ser cómo conseguir que "sirvan para lo que tienen que servir".
Esta semana, sin embargo, el candidato habló abiertamente de supresión. Al hablar de su transformación, dijo: "Si quieren seguir haciendo lo que hasta ahora, sobran".