El Comité Regional de Madrid de la Unión Federal de Policía ha hecho público este jueves un comunicado en el que, con una inusitada dureza, muestras su enfado por la permisividad que la Delegada del Gobierno, María Dolores Carrión, con las manifestaciones ilegales convocadas por los indignados en la capital.
El sindicato policial defiende su actuación de este miércoles frente al Congreso y asegura que "nunca se cargó" contra los manifestantes tal y como "algunos quieren dar a entender". Sin embargo, "en venganza" por esta actuación los indignados se manifestaron "de forma ilegal" y "secuestrando a miles de ciudadanos en sus coches".
Así, frente a los indignados los policías se declaran "hartos, irritados, rabiosos, furiosos, coléricos, sulfurados, crispados y, como no, indignados" por ser el centro de "críticas, insultos, ataques, menosprecios y provocaciones" y reclaman a la delegada del Gobierno que "se entere de una vez" de que es "la máxima responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y del Orden Público" en Madrid.
"Usted – dicen a la representante gubernamental – es la que tiene que decir cuándo, cómo y por qué se carga o desaloja". Recuerdan a Carrión que el derecho a reunión está regulado por una Ley Orgánica y que el propio sindicato tiene dos multas de 6.000 euros por incidentes mucho menores.
Todo tipo de vejaciones
Una de las partes más llamativas del comunicado es la relación de los "regalos" que les hacen los indignados cada vez que se enfrentan: "Nos escupen, nos mean en las botas, se desnudan delante de los uniformados y nos tratan de asesinos, maltratadores e hijos de puta solo por mirarles".
No es raro, por tanto, que los policías se autodenominen "indignados de los últimos 91 días" con la esperanza de que así les "haga más caso" y "se preocupe más de nuestros problemas".