El senador socialista, Casimiro Curbelo, fue detenido por agredir a un policía y enfrentarse a más agentes en una sauna del centro de Madrid. Una vez que saltó la polémica, y tras ser puesto en libertad, aseguró que "el agredido y el asaltado por la Policía he sido yo".
Sin embargo, la versión policial es muy distinta de la ofrecida por el parlamentario socialista. Según El Mundo, Curbelo tuvo un rifirrafe con dos chicas de la sauna y más tarde con un vigilante, legando a romper un cristal, motivo por el cual fue expulsado del local. Tras esto se trasladó a la comisaria que se encuentra en frente y exigió a los agentes que fuesen al local, donde decía haber sido maltratado pese a su condición de senador.
En ese momento, los policías le pidieron que se identificara, a lo que se negó . Los agentes aseguran que se puso muy agresivo, que les insultó y que les dijo que "vosotros sois policías y estáis a mi servicio. Os paga el erario público y no me identifico, soy senador". Todo ello, en aparente estado de embriaguez, según el diario de Unidad Editorial.
Más tarde, empujó y agredió a otro agente que intentaba tranquilizarle, motivo por el cual fue detenido. En ese momento, el socialista gritó: "a mí no me detiene ni la Guardia Civil. Os vais a enterar hijos de... ".