Otra vez un micrófono indiscreto y, otra vez, un político como víctima. En esta ocasión le ocurrió a José Bono, presidente del Congreso. El martes por la tarde la Cámara Baja vivió una intensa jornada que terminó pasadas las nueve de la noche.
Ya al término de la sesión, en la ronda de votaciones previa a que sus señorías se pudieran ir a casa, a Bono se le escuchó decir, cuando creía que nadie le escuchaba: "Estoy hasta los huevos, estoy transtornao", espetó desde la tribuna, entre las risas de los que le rodeaban.
En ese mismo instante, se votaba una moción del PP sobre el techo de gasto de las comunidades autónomas, que finalmente no salió adelante.
La jornada de Bono, no obstante, no terminó en las Cortes porque, tras quedar "transtornao" por la actividad parlamentaria, se fue a la fiesta de la Asociación de Periodistas Parlamentarios, donde participó con un breve discurso.