La titular del Juzgado de Instrucción Número 43 de Madrid, Coro Cillán, continúa tomando declaración a los Tedax que participaron en la recogida y posterior examen de las muestras del 11-M.
Este viernes ha sido el turno de dos de los agentes de la Unidad Central -dirigida por el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano. Sus testimonios fueron solicitados por la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO) –acusación popular- al entender que éstos podían ser claves para el esclarecimiento de los hechos.
Según ha podido saber Libertad Digital, el artificiero C. M. con número 80.938 ha señalado que fue relevado de sus funciones y sustuido por la mano derecha de Sánchez Manzano, el tedax Fernando Blázquez, tras negarse a alterar su informe pericial sobre las muestras de tornillos que fueron obtenidas de la mochila de Vallecas, de Mina Conchita y del foco de la calle Téllez.
Tal y como consta en su declaración, el agente realizó tres informes periciales con los restos de clavos procedentes de esos tres lugares y llegó a la conclusión de que "no había ninguna coincidencia" entre ellos. Así se lo hizo saber al jefe de los Tedax cuando se produjo el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano, quien le ordenó modificar su veredicto para obviar que no se había encontrado nada en común en la pericial llevada a cabo con esas muestras.
Manzano lo relevó
Al negarse a cumplir las órdenes de su superior, Manzano le dijo que los informes periciales los haría a partir de entonces otro tedax porque él era "muy categórico en sus conclusiones" por lo que "ya no lo necesitaba". Y así fue, fue sustituido por la mano derecha de Sánchez Manzano, su hombre de confianza, el artificiero Fernando Blázquez. El testigo ha declarado que no le consta si sus pericias se rehicieron finalmente.
Por su parte, Blázquez ha sido citado a declarar en calidad de testigo el próximo 8 de septiembre por la juez Coro Cillán a petición de la asociación de guardias civiles al entender que él fue el tedax responsable de la custodia de los vestigios del 11-M.
Asimismo, el tedax -que ha declarado por videoconferencia al encontrarse destinado en Almería- ha subrayado que en el complejo policial de Canillas no se redactó ningún acta con la relación de los restos recopilados tras los atentados, aunque "allí estaba llegando mucho material" y lo habitual hubiera sido hacerlo.
La mochila de Vallecas
Por otro lado, durante el interrogatorio, ha explicado que él actuó el 12 de marzo de 2004 en la desactivación de la famosa mochila de Vallecas, manipulando el teléfono que apareció en su interior. Sobre este asunto, el tedax ha revelado un dato que contradice la versión oficial ofrecida en la sentencia del 11-M.
Según sostuvo la Audiencia Nacional, dicho móvil de la compañía Movistar estaba liberado por lo que podía funcionar con una tarjeta prepago de cualquier compañía telefónica. En cambio, según este agente un día después de la masacre de Madrid introdujeron una tarjeta telefónica marca Vodafone en el mismo y el terminal no funcionaba. Minutos después comprobaron que con la tarjeta Movistar del tedax sí que podía utilizarse el mismo. Según el sumario, el teléfono tenía una tarjeta Amena.
El policía nunca fue llamado a declarar durante el juicio del 11-M en la Audiencia Nacional. Junto a él, este viernes ha testificado en el Juzgado 43 de Plaza de Castilla otro tedax, R. F. con número 27.789, que ha sostenido que a él también le consta que las muestras recogidas en los focos de las explosiones se llevaron a la sede de la Unidad Central Tedax del complejo de Canillas. Posteriormente, desaparecieron sin que de momento se conozca quién dio la orden de hacerlo.
En este procedimiento se encuentran imputados el exjefe de los Tedax, Sánchez Manzano, y la perito jefa del laboratorio de los artificieros por los delitos de ocultación de pruebas y falso testimonio a raíz de la querella interpuesta por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M.