La imagen de politización el Tribunal Constitucional no sorprende ya a nadie, aunque eso no significa que agrade a los miembros de la Magistratura. Este diario se ha puesto en contacto con los portavoces de todas las asociaciones judiciales, Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Asociación Jueces para la Democracia (JPYD), Asociación Francisco de Vitoria (FdV) y el Foro Judicial Independiente (FJL). Todos ellos coinciden en una idea: el Alto Tribunal debe renovarse ya y, para ello, es necesario que los dos principales partidos políticos, PP y PSOE tengan "mayor sentido de Estado".
Desde noviembre de 2010 los magistrados Eugeni Gay –vicepresidente del TC, Elisa Pérez Vera y Javier Delgado se encuentran en una situación de interinidad al haber caducado su mandato en esa fecha. Por este motivo, ayer presentaron sus renuncias que no se hicieron efectivas ya que fueron rechazadas por el presidente de la TC, Pascual Sala.
El gesto se ha entendido de forma unánime en la Carrera Judicial como "un portazo" a las fuerzas políticas para urgir a la sustitución de los miembros del Constitucional.
El portavoz de la APM, Pablo Llarena, señala que estas tres dimisiones han sido "un intento de dinamización" del intérprete supremo de la Constitución. En opinión de Llarena, el sistema de renovación de los candidatos está "perjudicado" desde que hace 5 años el Parlamento modificase la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC) para que sus magistrados pudieran seguir formando parte de este órgano hasta que sus sucesores tomasen posesión del cargo.
Por otro lado, Marcelino Sexmero, portavoz de FdV, ha subrayado a Libertad Digital que la crisis del TC no es más que "la consecuencia de la actual situación de politización de los órganos constitucionales producido por la falta de responsabilidad de las fuerzas políticas a la hora de ejercitar su funciones de nombramiento de los mismos". "La dimisión de estos tres magistrados es una patada encima de la mesa para que los políticos cedan y dejen sus discusiones partidistas para otro momento", añade Sexmero.
En este mismo sentido se ha pronunciado José Luis Ramírez, de Jueces para la Democracia. El magistrado interpreta las renuncias de Gay, Pérez Vera y Delgado como "una llamada de atención en aras de que se proceda de forma urgente a la renovación de la institución".
Ramírez entiende que la falta de modificación del TC se debe "a la falta de sentir institucional de PP y PSOE" que no saben llegar a un acuerdo basado en "posiciones no partidistas sino en elegir a personas con una gran cualificación técnica". Desde JPyD se critica que los partidos intenten colocar en las instituciones a personas que se alineen en su posición ideológica y que tengan "vocación partidista".
Sobre este último extremo se ha pronunciado, el portavoz del Foro Judicial Independiente, Pablo Varona, quien ha calificado de "anómalas" las renuncias. En su opinión, estas dimisiones se produjeron para "forzar la renovación".
"Los partidos políticos tienen que aprender a designar a los cargos de acuerdo con parámetros de selección de los mejores juristas, por su reconocimiento y prestigio y no por proximidad a su partido", enfatiza Varona. "Si se designan a los mejores la politización no se producirá porque los mejores son por sí mismos independientes de quienes los eligen", añade.