El Partido Popular cree que el Gobierno recoge lo que siembra con la crisis histórica del Tribunal Constitucional. Y lo entiende así porque, en general, de un Ejecutivo sin liderazgo no se pueden esperar instituciones fuertes y, en particular, porque tras el fallo sobre Bildu los magistrados estaban más en entredicho que nunca.
Así las cosas, María Dolores de Cospedal no iba mal encaminada cuando, una vez conocía el bombazo informativo en mitad de la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección, se atrevía a señalar estas dos conclusiones, que después se consolidaron a lo largo de la jornada.
Para la dirección del PP, lo acontecido en el TC es una razón más para que Rodríguez Zapatero tire la toalla y convoque elecciones anticipadas. Y es que, según la número dos de los populares, la crisis demuestra "bien a las claras" que "no tenemos un liderazgo en el Gobierno". "Con un Gobierno que tome decisiones, que hable claro y que no esté a la deriva no se produce el caos en todas las instituciones".
Ahora bien, para la portavoz de Génova, el motivo fundamental del tsunami político-judicial se debe a la más cuestionada de las decisiones del Alto Tribunal; la de permitir que Bildu concurriera a las elecciones. Y los magistrados que levantaron la mano a favor de ello, se encargó de recordar la secretaria general, sólo fueron aquellos propuestos por el PSOE.
"Desde el punto de vista del PP y de la inmensa mayoría de la población española, fue una maña noticia la resolución del Tribunal Constitucional", argumentó Cospedal, con los primeros datos de la noticia ofrecida por los propios periodistas.
Ya con la ensalada de datos digerida, en Génova insisten en el diagnóstico: "La errónea decisión de meter a ETA en las instituciones" unido a "un Gobierno en coma" nos ha llevado a una "histórica" pero a la vez "lamentable imagen". Y ésa no es otra que la de un "Constitucional agonizante".