Han sido muchas las ocasiones en que hemos podido escuchar a Francisco José Alcaraz, presidente de Voces contra el Terrorismo, denunciar que el Ejecutivo y el Constitucional estaban certificando el regreso de ETA a las instituciones y con ello, un retroceso de décadas en la lucha contra el terrorismo.
Este sábado, durante la jornada de constitución de ayuntamientos en España tras las elecciones del 22-M, Batasuna certificó su éxito al tomar sus actas los 1.138 concejales de Bildu que decidirán en más de un centenar de consistorios sobre 700.000 vascos y navarros.
Pero el regreso de Batasuna quedó patente ayer en dos imágenes, dos fotografías que certifican el triunfo del miedo en el País Vasco.
El primero de ellos es el del pequeño pueblo de Lizarza. Este pueblo guipuzcoano se ha convertido en un símbolo de la defensa de la libertad y de la nación española. Un feudo habitual del entorno proetarra, donde Batasuna siempre ganó con mayoría absoluta hasta la aplicación de la Ley de Partidos.
Hasta ese momento, las pintadas amenazantes y los vivas a ETA en las fachadas eran la tónica habitual. El consistorio estaba ‘adornado’ con las fotografías de los presos de ETA, y coronado con la bandera del País Vasco. Una pequeña muestra de aquello queda patente en una galería de fotos que Libertad Digital publicó en 2007. En este otro enlace puede verse el del proceso electoral de 2007. Precisamente todo eso cambió aquel año, cuando Regina Otaola llegó a la alcaldía. Otaola se convirtió entonces en un símbolo de resistencia y defensa de la libertad y la nación española.
Con el bastón de mando en manos de Regina Otaola, la bandera de España ondeó en el ayuntamiento, desaparecieron los homenajes a los terroristas de ETA encarcelados y las pintadas amenazantes de las paredes del Ayuntamiento.
Pero cuatro años después el voto de los seis magistrados del Tribunal Constitucional, encabezado por Pascual Sala, permite a Bildu -que aglutina a Batasuna-, presentarse a las elecciones. Así, los batasunos han regresado al ayuntamiento de Lizarza. De nuevo desaparece la bandera de España y regresan los homenajes a los presos de ETA.
Precisamente, una de las personas que este sábado aparecían en el balcón del Ayuntamiento de Lizarza colgando una pancarta a favor de los presos de ETA, es la misma que en la colección de fotografías de septiembre de 2007 -anteriormente mencionada- aparece increpando a Regina Otaola, ikurriña en mano.
La otra instantánea que vimos este sábado es la que este domingo recogen varios periódicos, la de Elorrio. Carlos García –único concejal del PP en este pueblo- impedía en la constitución del ayuntamiento que Bildu se hiciera con la alcaldía cediendo su voto al PNV. Tanto en el pleno como a la salida del Ayuntamiento, este joven concejal tuvo que soportar los insultos y agresiones verbales que los probatasunos proferían. Dos fotografías que ilustran cómo el terror coge aliento en el País Vasco.