Este martes se celebró en la Audiencia Nacional la segunda sesión del juicio a Moutaz Almallah Dabas, el único de los procesados por los atentados de Madrid que aún no había sido juzgado y para quien la Fiscalía pide ocho años de prisión por un delito de colaboración con organización terrorista. Almallah fue detenido en Reino Unido como uno de los supuestos ‘cerebros’, según la versión oficial, de los atentados. No fue extraditado a tiempo para el juicio del 11-M en el que los otros tres supuestos cerebros, para los que se pedían 40.000 años, fueron absueltos.
Según el testigo, la Policía recibió informes de que en las reuniones islamistas que se celebraban en una vivienda de la calle de Virgen del Coro de Madrid, alquilado por el acusado, "El Tunecino" guardaba silencio cuando tomaba la palabra Almallah como signo de "respeto".
En el juicio, otros dos agentes han asegurado que en 2003 a esa vivienda acudían tanto "El Tunecino" como Basel Ghalyoun, uno de los condenados por la Audiencia Nacional por los atentados del 11-M y que luego fue absuelto por el Tribunal Supremo (TS).
Uno de los policías ha recordado que las primeras comprobaciones sobre movimiento de gente relacionada con el radicalismo islámico en el piso alquilado se produjo en enero de 2003 y que dos meses después se judicializó la investigación con la grabación de escuchas telefónicas.
A la vivienda acudía mucha gente de países musulmanes, algunos de paso hacia Chechenia, ha comentado un policía, quien ha detallado que también "había una especia de entrenamiento a los recién llegados" y se proyectaban vídeos "radicales de extrema violencia".
El acusado, que tenía fijada su residencia en Inglaterra, aunque venía con frecuencia a Madrid, "no tenía medio conocido real de vida", al igual que su hermano, ha manifestado un agente, que ha destacado que el piso de Virgen del Coro generaba unas facturas telefónicas de cerca de 1.500 euros.
Uno de los agentes ha testificado que durante su investigación tuvieron "muchos problemas" para seguir los desvíos de teléfono del acusado y su círculo; "realmente nunca llegamos a desentrañar los teléfonos", ya que se desviaban las llamadas y los agentes las perdían sin saber a dónde se hacían.
A Almallah Dabas y a su hermano Mouhannad -juzgado en 2007 y absuelto por el TS tras ser condenado a 12 años de cárcel por la Audiencia Nacional- la policía les relacionaba con la "Operación Dátil" y con el "comando Dixan", ambas contra el terrorismo islamista, ha dicho un agente.
Sobre el origen de los 8.000 euros que el acusado denunció que le habían sustraído en 2001, ha comentado que nunca supieron el origen de ese dinero, ya que Almallah no tenía ninguna actividad laboral que justificase ingresos económicos.
Fue precisamente sobre ese año cuando el procesado, padre entonces de cuatro hijos pequeños, viajó por primera vez a Madrid y empezó a ser investigado por posible captación de islamistas y por ser el arrendatario del piso que servía de apoyo para musulmanes de paso a la extinta Unión Soviética.
En marzo o abril de 2003 el acusado ya estaba en Londres, y fue al año siguiente cuando una de sus tarjetas telefónicas se encontró escondida debajo de la batería de Basel Chalyoum, han recordado dos agentes, confirmando el testimonio prestado ayer por otro policía.
Sobre las manifestaciones hechas contra Almallah por diversos testigos protegidos -algunos de los cuales está previsto que declaren mañana-, el inspector jefe que intervino en las declaraciones ha resaltado que fueron hechas "con total libertad" y de forma "espontánea".