Carlos Delgado, el presidente de Unión por Leganés (Uleg) casi no ha tenido tiempo de felicitarse por el resultado cosechado en el 22-M. Logró cuatro concejales en el municipio madrileño, éxito rotundo para una joven formación independiente, a la que entregaron su voto 12.409 personas. Pero no ha podido paladear su triunfo, gracias a la maniobra política de PSOE e IU.
Todo comenzó durante la campaña electoral, en la que los socialistas ya se asomaban a la derrota histórica que cosecharían en el cinturón rojo madrileño. El alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya, vaticinaba el batacazo en las urnas, y trató de desactivar la dura oposición de Uleg, desacreditándolo: le acusó de ser la ‘marca blanca’ del PP.
Quizás el error de Delgado fue sucumbir a esta estratégica provocación. El candidato quiso dejar patente su independencia y su compromiso únicamente con la ciudadanía, y firmó ante notario que en la investidura se votaría a sí mismo. No quería ser considerado ‘marioneta’ de nadie, ni ‘partido comodín’ para cualquiera de los grandes partidos.
Lo que en principio pudo despuntar como un acto de coherencia política e independencia, ahora se ha convertido en una suerte de grilletes políticos. Y es que , los resultados del 22-M dieron el triunfo al Partido Popular de Jesús Gómez (12 concejales), pero no la mayoría absoluta. La maquinaria de IU (que logró 3) y PSOE (que se desmplomó hasta los 8 ediles) se desplegó entonces para evitar que los populares se hicieran con el poder del consistorio de Leganés. A cualquier precio.
Aprovechándose de esa promesa de Carlos Delgado, ambos partidos de izquierdas han optado por votar a Uleg, y hacer así alcalde al independiente, evitando el ascenso del PP. Pero Carlos Delgado no quiere gobernar el Ayuntamiento. No así.
Delgado: "Es una maniobra maquiavélica"
Tal y como ha explicado a esRadio: "PSOE e IU han desgobernado la ciudad en estos años y ahora de repente quieren convertirme en su alcalde" denuncia Carlos Delgado, que está indignado porque considera que lo hacen aún cuando "no hay ninguna línea en común programática" ni ideológica.
Delgado considera esta estrategia "extraña y maquiavélica" aunque ambos partidos no le han transmitido su intención en firme de votarle, sólo lo han sugerido a través de Twitter y otras redes, por lo que aún no sabe si considerarlo como "un rumor o bulo".
Este joven político, de apenas 34 años, tiene claro que quiere ser alcalde de su ciudad "pero porque tenga el apoyo de los ciudadanos y salga legitimado como alcalde" rechazando "un equipo comprado" que no le votaría "de buena lid, ni con un interés honesto".
Por ello, la única salida que le quedará a Carlos Delgado será dimitir como alcalde, si es que IU y PSOE finalmente le entregan su voto. El procedimiento obligaría a convocar un nuevo pleno de investidura, donde podría decidirse el futuro del consistorio.
Aunque Delgado no quiere "dar más pistas" según ha dicho a esRadio, puede guardarse un As en la manga. Se niega en redondo a faltar a su palabra de la que dio fe ante notario, pero ésta sólo le comprometía a votarse a sí mismo en la primera vuelta. Si se celebra una segunda, Delgado podría apoyar al PP de Jesús Gómez, el verdadero ganador de las elecciones. "Actuaremos en consecuencia" zanja el presidente de Uleg.
Al igual que Carlos Delgado, el candidato popular Jesús Gómez es una rara avis de la política. Gracias a su persistente actitud de denuncia de los excesos y corruptelas del PSOE e IU de Leganés, su triunfo en las municipales ha sido arrollador. Desde el principio, ha sido una presa fácil de atacar por ambas formaciones de izquierdas, al que los comunistas del municipio han acusado públicamente de hacer "apología del genocidio", entre otras lindezas. Gómez ha sido víctima de una auténtica campaña de difamación- que no ha evitado su triunfo electoral- que PSOE e IU quieren llevar hasta el extremo, impidiéndole gobernar en el Ayuntamiento.