El Partido Popular ha visto en los beneficios a Juan Carlos Ibarra un motivo más por el que Izquierda Unida debe favorecer el ascenso de José Antonio Monago como presidente de Extremadura. Lo ha solemnizado el vicesecretario general Esteban González Pons, en declaraciones a este diario.
"IU y PP deberíamos de empezar por quitarle los privilegios" al ex presidente, sentenció. Y es que entre los populares se ha instalado la idea -defendida, tanto en público como en privado, por el candidato Monago- de que Extremadura no está perdida, más bien lo contrario.
Según las fuentes consultadas, para IU apoyar la investidura de Guillermo Fernández Vara es lo más parecido a un suicido político: "Sus bases no lo entenderían, el asqueo por el PSOE es absoluto", aseguran en el PP, que ha abierto un canal fluido de comunicación con la formación minoritaria. "Veo factible que se abstengan", asegura Monago, que en un artículo en Libertad Digital enfatizó que "el pueblo no quiere una tómbola de cargos".
"A IU le pesa la historia que ha tenido en relación al PSOE: diputados tránsfugas de IU al PSOE, fichajes interesados de concejales...algunos municipios extremeños son testigos del maltrato que les han infringido", argumentó.
El "despilfarro" destapado ahora de Ibarra, con el "beneplácito total" de Fernández Vara, le ha venido al PP como anillo al dedo para sus tesis. "Para suministros de lencería", se mofaba un alto cargo nacional, que hablaba de Extremadura como "el cortijo socialista" que debe desaparecer.
Según entienden en la dirección nacional, el presupuesto del erario público para aliviar las "necesidades" del socialista es "un elemento más" para que Vara "tire la toalla". "Lo han contaminado todo, es necesario que entre aire fresco".
Sin embargo, este "escándalo" -por el que el PP a nivel nacional va a dar la batalla, según anuncian- destapa el papel clave de Ibarra en la política extremeña todavía hoy. "Si Vara no ha dimitido es porque él le sujeta, es él el que aglutina todo el peso y es él el único que le puede aguantar", explica un dirigente conocedor de cómo se mueven las aguas en esta región, centro ahora de todas las miradas.
Hernández: "No tenemos las facturas"
Pero, aún más destacado, la formación de Mariano Rajoy ya estudia si se ha incurrido en alguna ilegalidad ya que, "aunque los socialistas se vayan a refugiar" en la Asamblea autonómica, son "muchos gastos, alguno de ellos escandalosos".
En este sentido insistió el portavoz del PP extremeño, Luis Alfonso Hernández, tras la reunión del Comité de Dirección: "Nosotros aprobamos el Estatuto del ex presidente -al que se acoge Ibarra- pero no una barra libre. Nunca hemos firmado un cheque en blanco y estos gastos son escandalosos", afirmó, en declaraciones a este diario.
Para Hernández, los datos conocidos son "un escándalo total" y "una falta de respeto" a los ciudadanos, por lo que remachó en la idea de una investigación. "Todo esto ha sido mediante una serie de acuerdos de los que no disponemos de ninguna información. Los acuerdos nos han sido ocultados. No tenemos las facturas", exclama, para denunciar que "se gastaba a demanda" sin el control del Parlamento.
El gran problema, remató, es que "estamos pagando" la "falta de democracia" en Extremadura, y ya avanzó que si Monago finalmente es investido presidente renunciará acto y seguido al Estatuto que ampara a Ibarra para evitar malentendidos. "Estamos totalmente en contra del lujo sin control", remató.
Con todos estos ingredientes, el PP despliega toda su artillería en una comunidad que, en la noche del 22-M, se vislumbraba como último feudo socialista. Sin embargo, ahora, "todo puede ocurrir" en voz de un miembro de la cúpula. Para los de Monago, "cada vez está más claro que podemos conseguirlo".