La ministra de Defensa, Carmen Chacón, ha pasado los últimos meses enfrascada en sus intrigas personales para convertirse en la sucesora de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del PSOE y ha dejado de lado las políticas propias de su departamento, pese a que es uno de los más complicados de los que conforman el consejo de ministros.
Algunos de las decisiones del departamento están siendo tomadas por los miembros del Estado Mayor de la Defensa, mientras que otras no las está tomando absolutamente nadie, lo que está generando un importante malestar en el seno del ministerio, pues en algunos aspectos la institución se encuentra paralizada.
De hecho, desde el pasado 6 de mayo, el día que se inició la campaña electoral, Chacón tan sólo ha hecho acto de presencia en seis actos del ministerio: un viaje a Cerdeña para visitar a los militares que participan en la guerra de Libia; un viaje junto a Rubalcaba a Lorca tras el terremoto; una reunión en la sede de la Unidad Militar de Emergencias; una recepción al presidente de General Dynamics y el III centenario del Arma de Ingenieros, según recopila el diario La Razón. Por el contrario, en ese mismo periodo ha participado en 12 actos electorales del PSOE.
Pocos días después del inicio de campaña, la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) censuraba la actitud de Chacón de ponerse de lado ante los problemas del Ejército para que éstos no afectase a su carrera política. Su secretario general, Mariano Casado, aseguró que en la investigación abierta tras el robo de armas en la Base General Menacho de Bótoa (Badajoz) se estaba intentando "preservar la imagen" de la ministra. "Últimamente está más preocupada de cuidar su imagen que de cuidar las tareas de un importante ministerio como es el de Defensa", añadió.
Pero esta actitud no ha sido sólo en campaña, sino que viene de bastante antes. De hecho, en plena precampaña, ya salieron a la luz algunas críticas similares, incluso, a través del blog de algún conocido periodista que durante toda su carrera profesional ha sido muy cercano al PSOE, como es el caso de Carlos Carnicero.
"Fuentes del ministerio han revelado a este periodista que los militares que ejercen responsabilidades de organización, dada su alta competencia, atienden las labores del Ministerio mientras la ministra, en plena guerra de Libia, dedica su tiempo a su campaña del partido y tiene planificados una media de tres actos preelectorales cada fin de semana para ir asentando sus posibilidades en todas las organizaciones socialistas".
El propio Carnicero, censuraba asimismo que el propio marido de la ministra estuviese en las reuniones de Defensa para utilizar los actos del ministerio como parte de su proyección política.
"Su marido, Miguel Barroso -exsecretario de Estado de comunicación en la época donde se gestaron las nuevas licencias de televisión y ahora presidente una multinacional de publicidad- asiste habitualmente a las reuniones que se celebran en el Ministerio que dirige su mujer, en una obscena combinación de funcionarios del estado y personas particulares al servicio de los intereses personales de la ministra".
Antes de esto, la ministra ya había empezado a utilizar el ministerio de Defensa únicamente como proyección para su carrera política. De hecho, desde que ella llegó a este departamento, Defensa y los tres Ejércitos se han cerrado a cal y canto para los medios de comunicación, con el objetivo de que sus asesores puedan controlar toda la información que parte desde estas instituciones y evitar que esas fugas de información se conviertan en noticias que perjudiquen a la ministra.
Es más, la propia Chacón no ha ofrecido apenas ruedas de prensa, con el objetivo de evitar posibles preguntas incómodas que pudiesen ponerla contra las cuerdas, y la mayoría de las entrevistas que ha concedido a los medios de comunicación han sido con el cuestionario de preguntas por delante, no cara a cara con los periodistas.
Este cerrojazo informativo ha llegado incluso al Congreso en varias ocasiones. La última vez, el pasado mes de abril, cuando la portavoz del PP en materia de Defensa, Beatriz Rodríguez Salmones, reprochó en el hemiciclo a Chacón "la falta de disponibilidad de la ministra a responder a las cuestiones de su Departamento ante los medios de comunicación", algo que ha convertido en "práctica habitual" y a lo que está "obligada".