En la sede del PSE, en Bilbao, Patxi López ha hecho una petición que muchos reclaman en el seno del partido: convocar, de inmediato, un Congreso Extraordinario que supondría en la práctica el relevo del actual secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, porque su convocatoria implicaría la dimisión de la actual Ejecutiva.
En una rueda de prensa en Bilbao, López hizo balance del 22-M, que también resultó muy negativos para los socialistas en el País Vasco. López hizo esta petición para definir el programa del partido y las propuestas antes, dijo, de la celebración de las primarias.
El lehendakari señaló que ante los "malos" resultados del Partido se debe celebrar un Congreso extraordinario, que, a su juicio, se debe desarrollar antes de que finalice el año.
Según López, la celebración de un congreso extraordinario es imprescindible para dar "solución" y "respuesta" a los resultados del 22-M. La propuesta, dijo, se ha aprobado de forma "unánime" por la Ejecutiva del PSE.
"La respuesta a lo sucedido este domingo no pueden ser solo unas primarias sin proyecto", dijo López, que ha considerado que es necesario celebrar un congreso porque "primero hay que decidir qué queremos ofrecer y luego decir quién abandera el proyecto".
La petición de López demuestra lo que ya se rumorea en los pasillos de Ferraz y del Congreso: que la solución original, la marcha de Zapatero en 2012 y un proceso de primarias para elegir candidato se ha quedado corta ante la magnitud del desastre de las municipales.
De fondo está también la guerra entre los dos virtuales candidatos, Chacón y Rubalcaba, y los dos sectores del partido a los que representan. El sector más cercano a la ministra ve en la petición de López una maniobra para que el vicepresidente se haga con el poder del partido y sea, por tanto, candidato. Muchas voces, que ya se escucharon en la Ejecutiva de este lunes, piden también que no haya contienda en el seno del partido y que el vicepresidente sea el único aspirante a la candidatura.