Las caras de los dirigentes socialistas que esta mañana se acercaban a Ferraz para enfrentarse a la primera Ejecutiva tras el batacazo sideral de las elecciones, lo decían todo. Pocos han querido dejarse ver, pero allí estaban todos. También los que hasta ahora aparecían como principales rivales en un proceso de primarias: Rubalcaba y Chacón.
Es precisamente la ministra de Defensa la única que ha concedido declaraciones a los medios de comunicación. En vez de entrar con el coche al garaje de la sede decidió hacer a pie los últimos metros.
Carmen Chacón ha reconocido que el PSOE ha sufrido un "castigo severo en todas partes", lo que le obliga a hacer "una reflexión profunda" y "colectiva". La ministra de Defensa ha hecho hincapié en que los resultados hacen necesaria una reflexión "en todos los órganos democráticos del partido".
Ha añadido que ese es el trabajo que el partido tiene en este momento por delante y no se ha pronunciado por el proceso de primarias para sustituir a José Luis Rodríguez Zapatero como candidato a la Presidencia del Gobierno, por el que le han preguntado los informadores.
Esta reflexión profunda de la que hacía mención no es lo que ha dejado traslucir José Blanco en la rueda de prensa posterior. Si bien están analizando las causas de este descalabro electoral (encargarán incluso estudios sobre ello), el PSOE no se está planteando adelantar su Congreso para una renovación del partido. Según ha dicho, este asunto no ha estado en sus conversaciones con José Luis Rodríguez Zapatero, ni en las que ha tenido con los 'barones' ni con otros "referentes" del partido.
No ha querido desvelar si una de las personas con las que ha hablado ha sido con el ex presidente del Gobierno, Felipe González. Lo que sí ha dicho es que a las siete de la mañana recibió una llamada que le preocupó: "Pensé que pasaba algo porque me acababa de empezar a dormir".