Los hechos sucedieron en el verano de 2008. A María, nombre figurado, le han retirado la tutela de sus dos hijos, que llevan seis meses en un centro, y está sin trabajo. Acude al Ayuntamiento de Leganés para hablar con Emilia Quirós, la concejala de Servicios Sociales. La recibe en su despacho y también a Pedro, su pareja.
La concejalía asegura que María tiene una familia desestructurada, pero ella no está de acuerdo. Ha intentado demostrarlo en varias ocasiones, está indignada y quiere una explicación. Nerviosa, con la voz quebrada, le cuenta a la concejala que necesita estar con sus hijos y que incluso uno de ellos ha intentado tirarse por la ventana del centro donde está.
Emilia Quirós no pone al principio mucho interés en el caso. Se ríe varias veces e incluso frivoliza con la idea de que María relate su historia en un libro. "Tú podrías hacer un libro. Pues ponte a ello. ¿Tú sabes lo que se saca?", llega a decirle. Pasados varios minutos de conversación, la concejala descubre que Pedro, la pareja de María, es hijo de un militante socialista del municipio. A partir de aquí, su tono de voz cambia.
"Conmigo vas a tener a una amiga, si quieres, y más teniendo aquí a este hombre de por medio", afirma Quirós. Luego se entera también de que María es socialista y directamente le pregunta: "¿Y tú no tienes carné del PSOE?". María le responde que es militante "desde hace muchos años, pero en Fuenlabrada". La concejala le anima entonces a cambiar la afiliación de Fuenlabrada a Leganés y añade "conoces aquí a gente, tienes tu rollo, está tu madre, está él, estoy yo, está el alcalde. ¡Fíjate si luego puedes verle veces, no tienes que pedirle cita! Le dices: ¡compañero, A, B y C!".
La conversación ya está en un punto de mayor confianza. María aprovecha para preguntar por un trabajo. "Ahora me están pidiendo currículos para un centro que abren. Luego hay otra opción, el servicio de ayuda a domicilio, que ahí tengo yo posibilidad. [...] Una vez que me des tus datos, en diez o doce días te vamos a colocar. [...] Tráeme tu currículum. Es llamar por teléfono y a la gente que nosotros decimos, sí la suelen coger". La concejala lo tiene fácil, solo tendría que levantar un teléfono para, como dice, "colocarla".