Lo ha vuelto a hacer. Mariano Rajoy lleva catorce días sin fijar postura sobre los pasos que está dando el Gobierno en la lucha contra el terrorismo, pese a que los medios de comunicación no cejan desu intento de conseguir una valoración. Este miércoles, en la presentación de su candidato por Cantabria, Ignacio Diego, había una nueva oportunidad.
A la entrada al acto, en la casa que la comunidad cántabra tiene en Madrid, los periodistas se lanzaron sobre Rajoy. La primera fue la pegunta de cortesía, en concreto sobre el partido que enfrentaba esta noche al Real Madrid contra el Barcelona. Cuestión que sí respondió, aunque sin mojarse: "Son los dos mejores equipos del mundo", enfatizó.
Acto y seguido, y por varias ocasiones, la cuestión por la que se le aborda desde hace dos semanas, y en distintos escenarios: Bildu, y la posibilidad de que acabe colándose en las instituciones. Pero, como viene siendo habitual, se apartó mientras su equipo le hacía hueco al grito de "no va a contestar".
Exactamente lo mismo ocurrió ayer martes, cuando el líder de la oposición esquivó a los periodistas, en dicha ocasión en la puesta en sociedad de Isabel Pérez Espinosa, candidata del PP por Asturias. Según pudo saber Libertad Digital, Rajoy no tiene intención de comparecer en una rueda de prensa normal hasta después de las elecciones del 22-M, siendo todas sus apariciones en formato cerrado; ya sean mítines, presentaciones, etcétera.
Aparte del fútbol, de lo único que habló Rajoy, y ya en la tribuna, fue de economía, y de cómo la alianza entre un gobierno presidido por el PP en Cantabria y otro nacional ayudará a salir antes de la crisis. "Seriedad y sentido común", promulgó el líder de los populares, tras dar la espalda a los informadores.
Mientras, y un día más, quienes fijaban postura sobre Bildu volvían a ser sus portavoces, en esta ocasión con un discurso bastante más unitario que en los días previos. Tanto María Dolores de Cospedal como Soraya Sáenz de Santamaría se dieron por satisfechas con la actuación del Gobierno, que instó al Tribunal Supremo a impugnar todas las listas de la coalición por ser herramienta de ETA.
En este sentido, y aunque no de forma explícita, vinieron a censurar al ex presidente José María Aznar, quien apostó en un atril del PP por actuar contra Bildu "de frente" y "con todo". O en otras palabras, acabar con la coalición en sí, haciendo uso de la Ley de Partidos tal y como emplazó, ante Rajoy, Ángel Acebes.
De todo ello se le quiso preguntar al líder del PP, que sigue fiel a su estrategia de sólo hablar de "lo importante", entendiendo tal como la situación económica que atraviesa el país. Así lo asegura su entorno, que dice que, pese a las críticas, los sondeos confirman que va por "la buena dirección". De puertas para adentro, empiezan a abrirse grietas.