El pasado domingo, siete lanchas de la policía de Gibraltar insultaron y acosaron a agentes de la Benemérita que acababan de atrapar a un barco de narcotraficantes. Sus lanchas llegaron a embestir a la patrullera.
Dos días después de que el incidente saliera a la luz, el Gobierno de Gibraltar ha emitido un comunicado, recogido por Efe, en el que califica de "inaceptable y lamentable" lo ocurrido, pero no para censurar el comportamiento de sus agentes, sino el de los guardias civiles españoles. Cita, además, incidentes similares en 2009 y 2010, "en los cuales agentes de la Royal Gibraltar Police fueron obstaculizados en el ejercicio de su deber y un sospechoso de narcotráfico fue ayudado por agentes de la Guardia Civil a escapar de la custodia legal de la RGP en aguas territoriales británicas en Gibraltar".
El Ejecutivo ha añadido en la nota que en otras ocasiones la Guardia Civil ha avisado a las autoridades Gibraltareñas y ha requerido "su presencia y asistencia". "Esto no ha ocurrido esta vez, a pesar de que hubo tiempo suficiente para hacerlo, dado que la persecución comenzó en un lugar muy alejado en aguas internacionales", según el Gobierno de Gibraltar.
El Ejecutivo del Peñón ha resaltado que el último incidente "pone de manifiesto la necesidad de un acuerdo de cooperación en el Foro Tripartito en términos aceptables para todas las partes". "Esto requiere un marco políticamente consensuado en el cual las fuerzas de la ley pudieran cooperar entre sí respetando sus respectivos roles y la jurisdicción en las aguas de la que cada una es responsable". Sin embargo, ha advertido que la cooperación "codo con codo es claramente inviable con una continuación de una lucha interna jurisdiccional".
Por supuesto, indican que las aguas que rodean el Peñón son de su jurisdicción. Una cooperación "segura, posible, significativa y realista" tiene que llevarse a cabo "sobre la base del respeto a las autoridades de Gibraltar y su competencia y jurisdicción en nuestras aguas". Añaden su apoyo a todas las fuerzas y cuerpos de seguridad gibraltareñas "en su defensa de la jurisdicción en aguas territoriales británicas en Gibraltar".
Por su parte, la Policía de Gibraltar insiste en que no hubo "previo aviso" de la parte española. Apuntan que la Guardia Civil llevaba a cabo una persecución "en caliente" de un barco sospechoso fuera de las "aguas territoriales británicas en Gibraltar" y que posteriormente entró en esa zona, donde interceptó la embarcación.
Asimismo, ha subrayado que la RGP no recibió "notificación previa de la persecución" por parte de la Guardia Civil y que la embarcación gibraltareña "después de ser alertada, acudió al lugar para reivindicar la jurisdicción de las aguas". "Este hecho condujo a un acalorado encuentro entre ambas tripulaciones, durante cual ambas embarcaciones entraron en contacto la una con la otra", han afirmado.
Pero a diferencia de la versión ofrecida por fuentes próximas a la Guardia Civil, las autoridades gibraltareñas sostienen que el barco de la RGP fue el que sufrió los daños. Han añadido que la Guardia Civil se llevó al puerto de Algeciras el barco sospechoso, los dos detenidos y la droga.