Alberto Ruiz Gallardón no se cansa de repetir que no volverá "a cometer el error" de pedir públicamente a Mariano Rajoy que le incluya en las listas electorales al Congreso de los Diputados. "No quiero ser el hombre que tropieza dos veces en la misma piedra", argumenta, en referencia a la crisis interna que provocó su petición y posterior rechazo del líder del PP en la anterior legislatura.
Sin embargo, una vez se acerca cada vez más la cita con las urnas del 22-M y, por consonancia, la confección de la candidatura a las Cortes Generales para los comicios de 2012, el alcalde de Madrid vive su particular campaña para ser el mejor posicionado tanto para optar a las listas como para conformar el hipotético Gobierno del PP.
"Alberto, estamos dispuestos a ir donde tú quieras, cuando seas vicepresidente primero del Gobierno con Rajoy", le dijo el alcalde de Nerja, José Alberto Armijo (PP), esta Semana Santa; amigo que le había reclamado una visita al municipio, como otros tantos candidatos que hoy llaman a Génova para que un dirigente nacional le respalde públicamente, teniendo así la pertinente notoriedad en los medios.
Gallardón se dejó querer, al tiempo que alimentó esta posibilidad: "Eso es no sólo 'off the record' sino 'off the ground'", y añadió que "como dijo un escritor francés, si quieres hacer soñar a Dios cuéntale todos tus planes". "Yo no voy a contar todos mis planes", concluyó, entre risas.
Gallardón estará en el Gobierno de Rajoy
Tal y como adelantó este diario, en los planes del alcalde no cabe otro destino que acabar formando parte del Ejecutivo de Rajoy. Así lo admitió él mismo en diversos encuentros mantenidos con periodistas, y en los que se aventuró a afirmar que espera del líder del PP un ofrecimiento de altura, ya sea la citada vicepresidencia o un ministerio de peso. Muchos de sus compañeros le ven en Fomento, sin dejar de mirar a Justicia e, incluso, Interior.
"Le veo a mi lado, por su puesto", reconoce el propio Rajoy. Eso sí, a renglón seguido deja claro que el Rajoy de 2008 no es el que se enfrentará al todavía desconocido candidato socialista previsiblemente en 2012: "Ahora es mucho más fuerte y está mucho más convencido de que será presidente", explica su entorno. De ahí que, marcado el músculo político, no vaya a consentir las marejadas internas que provocó Gallardón en la anterior legislatura.
El alcalde lo sabe, y de ahí que el ruido sea mucho menor, a pesar de que en Nerja dejara ver cuáles son sus verdaderas pretensiones, corroboradas con compañeros en la capital de la Costa del Sol, ya en círculo privado. En el Ayuntamiento de Madrid aseguran que se "lo merece", mientras en la sede nacional de la formación lo dan por hecho. Este lunes, Gallardón volvió a sentarse en la reunión del Comité de Dirección, siendo el único cargo público con este privilegio.