La primera vez que quedó de manifiesto la estrategia de la tensión en el PSOE fue cuando un micrófono abierto le jugó una mala pasada a Zapatero tras ser entrevistado por Iñaki Gabilondo: "Lo que nos conviene es que haya tensión", reveló el presidente.
Más de tres años después, el secretario de Organización del partido, en rueda de prensa tras la Ejecutiva Federal presidida por Rodríguez Zapatero, lo ha dejado claro. Marcelino Iglesias ha explicado cómo un porcentaje importante de votantes que no ha manifestado hasta ahora su intención de voto en las encuestas "sí lo hará cuando vayamos avanzando en la tensión electoral". Y lo harán de manera favorable para el PSOE, evidentemente.
Es por eso que ante esta afirmación, Libertad Digital se ha interesado por saber si se refería a la misma tensión ya apuntada por el presidente del Gobierno al periodista de Prisa y si por este motivo le viene bien la actitud de oposición del PP en torno a ETA por mucho que se rasguen las vestiduras ante ella.
La respuesta de Marcelino no ha tenido desperdicio. Dice el secretario de Organización que la tensión no se ha planteado como "un término negativo", sino "como sinónimo de más trabajo, más intensidad, más debate", ha explicado. "La tensión necesaria para el debate. La tensión no es crispación. La crispación es lo que quieren otros".
Pero a pesar de querer enterrar la crispación del debate político, Iglesias ha empleado los calificativos más duros contra el PP. Le ha acusado de desleal por su actitud con el Gobierno en la lucha contra el terrorismo. Y ha tildado a algunos dirigentes populares de ultras. Mientras "Rajoy estaba aprendiendo silbo canario, estaba silbando y disfrutando de las vacaciones" debería haber puesto "orden en sus portavoces más ultras".
"La extrema derecha está en el PP"
Y es que según el número tres del PSOE es el propio Mariano Rajoy el que "azuza a sus portavoces más radicales. Es una estrategia, no es una casualidad", que se produce "siempre que hay elecciones". Marcelino Iglesias ha añadido, además, que "España no tiene un partido de extrema derecha y esa derecha extrema está en el PP", que "no es un partido moderado".
Fuentes socialistas se muestran bastante optimistas, y aunque parece que dan por perdidas comunidades como Valencia y Madrid, prevén "mejores resultados que hace dos meses". "Vamos a tener unos resultados electorales presentables", dicen.