Echando un vistazo a la jurisprudencia emitida por el Tribunal Supremo, encontramos que en 1995 el alto tribunal avaló los seguimientos subrepticios que ordenó el Gobierno (del que Rubalcaba era portavoz) sobre un individuo que estaba en libertad, Mario Conde. La sala argumentó que la vigilancia a la que se le sometió era legal porque pretendía "salvaguardar intereses públicos relevantes conectados con la seguridad pública general".
Es decir, que quien era el portavoz del Gobierno en 1995, Alfredo Pérez Rubalcaba formaba parte de un Ejecutivo que pidió el seguimiento de Mario Conde y este seguimiento fue avalado por el alto tribunal, mientras que ahora dice que seguir a Troitiño (terrorista con 22 asesinatos en su haber) sería "ilegal" tal y como señaló este miércoles.
Así lo cuenta este viernes el diario El Mundo cuando recuerda que en 1992, el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, pagó "67 millones de pesetas de los fondos reservados a la agencia de detectives norteamericana Kroll para que espiase al entonces presidente de Banesto, Mario Conde, y le informase de todas sus actividades".
Además, señala que el catedrático de Derecho Penal Enrique Gimbernat, ha señalado que "si el auto de libertad de Troitiño no es firme porque estaba recurrido, vigilarle es un trabajo perfectamente legal que puede hacer la policía si existe un interés a proteger por el Estado, siempre que se limite a sus actividades públicas y no haya afectación a su intimidad".
Por otro lado, este diario señala que los expertos de la lucha antiterrorista consideran que el etarra Troitiño permanecerá oculto y "trate de huir a Sudamérica, si es que no se ha ido ya" a la espera de que "la presión policial se relaje". Además, dice que el sanguinario terrorista "no se fugó hasta que el fiscal recurrió su libertad".