Algunas de las ideas que ha expresado en sus colaboraciones con el diario son las siguientes:
Alabanzas a un etarra: en una columna, Garitano hablaba de la muerte del terrorista Wilson con los eufemismos y giros verbales habituales en el discurso batasuno. Aludía a él como "militante" y tachaba sus atentados de "acciones":
"Comprometido con ETA desde inicios de los setenta, protagonizó una activa vida militante que le llevó a participar en buena parte de las acciones que desarrolló la organización armada vasca hasta su detención, en verano de 1975, en Barcelona".
La "práctica armada" de ETA: en otra de sus columnas, en la que mencionaba una operación policial contra la banda, se refiere así a la historia de los terroristas:
"Cuarenta años después de que un grupo de jóvenes se alzara en armas en demanda de libertad, el relevo generacional no se ha interrumpido ni un solo instante y, con los altibajos propios de esa clase de organizaciones, ETA sigue ahí, con su práctica armada, su propuesta política y una oferta que algunos creemos sincera para poner fin al enfrentamiento".
A los medios distintos de Gara los califica de "periódicos especializados en contrainsurgencia".
Elogios a Antza: en un artículo, Garitano ensalza el papel del terrorista Mikel Albizu en la banda terrorista:
"Huyendo de las fuentes policiales y con la sola referencia a su participación en las conversaciones con el Gobierno español durante la tregua del 98, es plausible pensar en que sus aportaciones han sido de relieve en el seno de su organización. Hoy Mikel «Antza» está preso, a disposición del Gobierno francés, pero las aportaciones que se le atribuyen en la oferta política de ETA siguen vigentes".
Homenaje a dos etarras: cuando dos terroristas murieron al manipular explosivos, el periodista y ahora candidato lamentó que no se les pudiera hacer homenajes:
"Dos jóvenes vascos, al parecer dos voluntarios de ETA, han muerto en Basurto al explotar una carga de dinamita que transportaban. A los voluntarios de ETA, antes, unos les llamaban gudaris y otros terroristas. Unos lloraban su muerte y otros aplaudían de felicidad por su desaparición, así fuera por accidente o a manos de la Policía". (...) "Las leyes españolas no permitirán homenajes a estos dos últimos muertos. Nadie podrá escribir una glosa por ellos ni cantar un himno ante su féretro. Tal vez prohíban cubrirlos con ikurriñas y quien piense en voz alta que lo que hicieron, lo hicieron empujados por el idealismo, pagará prisión".
Homenaje a Brouard: En otro de sus artículos, el homenaje es para el dirigente batasuno Santi Brouard, asesinado por los GAL en 1984. En el blog en el que se publica se pide la libertad de Otegi.
"Dicen que en Estados Unidos todo el mundo recuerda dónde estaba y qué hacía cuando mataron a Kennedy. En Euskal Herria somos cientos de miles los que recordamos el momento preciso de conocer el asesinato de Santi. Y el de Josu Muguruza".
En esa línea de pensamiento y actuación, Garitano acompañó hasta la puerta de la Audiencia Nacional en julio de 1998 al que había sido su jefe, el director del clausurado diario Egin, Xabier Salutregi, que quedaría detenido por orden del juez Baltasar Garzón por los delitos de integración en ETA y alzamiento de bienes.