Según informa el diario hondureño El Heraldo, Mayra Mejía, Juan Barahona y Víctor Meza ya han comenzado a discrepar entre ellos respecto a algunas posiciones que inicialmente tenían para el diálogo con la OEA y los enviados de Micheletti para superar la crisis en Honduras.
El principal problema es su posición sobre la Constituyente que pretendía Manuel Zelaya antes de ser destituido. Mientras para Barahona y Mejía es un tema "innegociable" al mismo nivel que la restitución del depuesto presidente en su cargo, Meza cree que lo que debe aplicarse es el Acuerdo de San José que descarta en todo momento esa primera posibilidad.
El que más intransigente se ha mostrado en este punto es Barahona quien apuntó –en declaraciones que publica El Heraldo– que "la resistencia nunca renunciará a la constituyente porque al día siguiente que el presidente Zelaya sea restituido en el poder, nosotros estaremos en las calles continuando la lucha por la constituyente".
En el "Acuerdo de San José" también se plantea la restitución de Zelaya en la presidencia y los enviados del ex presidente también apoyan su posición en este punto. Sin embargo, el plan de Óscar Arias contempla un gobierno de concertación ya que tiene una dura oposición desde el Congreso Nacional, la Corte de Justicia y el Tribunal Electoral y otros sectores de la sociedad civil. Este Ejecutivo de "unidad nacional" no es algo que buscan los zelayistas que tampoco aprueban la posibilidad de un tercer actor para ocupar la presidencia.
El ministro de Exteriores de Costa Rica, Bruno Stagno, reveló tras la segunda jornada de negociaciones que Zelaya "ha reconocido, en caso de que él sea restituido, que llegaría con poderes sumamente limitados". Stagno forma parte de la misión de cancilleres enviada a Honduras para ser observadores del diálogo y que este jueves ha abandonado el país al considerar que su objetivo –la de establecer la mesa de diálogo– ya ha sido cumplido.