La tensa relación entre Venezuela y Colombia amenaza con recrudecerse. Muchos pensaron que sobrevendía un período de tranquilidad, después de que Hugo Chávez "congelase" las relaciones el pasado agosto, descontento con el acuerdo suscrito entre Colombia y EEUU. Pero nada más lejos de la realidad. El enfrentamiento personal del venezolano con Álvaro Uribe no ha tocado a su fin, si no que ha pasado a la acción.
La campaña electoral colombiana ha destapado las injerencias externas de Venezuela en el país. Era el propio presidente, Álvaro Uribe, quien aludía a un informe de los servicios de inteligencia que demostraba cómo varios congresistas colombianos estaban recibiendo comisiones de "un país extranjero". En una entrevista concedida al diario chileno El Mercurio, Uribe denunciaba que estos políticos a cambio, debían "mediar en el controlado cambio de divisas en Venezuela" añadiendo después, en la radio Colmundo que "hay gobiernos extranjeros que están vetando candidatos a la Presidencia y pretendiendo imponer candidatos".
El presidente colombiano no quiso ser más explícito, pero tampoco fue necesario. Solo dos días después, estas especulaciones recibían respuesta desde el Polo Democrático Alternativo (PDA), partido opositor al candidato de Uribe, Juan Manuel De Santos. Su candidato, Gustavo Petro confirmaba las especulaciones: "Hay actitudes indecorosas de militantes del Polo en la frontera con Venezuela" aseguró en Caracol Radio.
Según dijo Petro, estos candidatos "han pedido ayuda logística a Venezuela" lo cual implica que "se ha roto el principio de la soberanía cuando se pide apoyo a autoridades extranjeras para que se hagan reuniones. Eso es reivindicar la condición de parias". A pesar de asumir la injerencia, Petro redujo el problema, asegurando que esos candidatos solo habían pedido ayuda al país bolivariano, para organizar reuniones con los colombianos residentes en la zona fronteriza entre ambos países. En ningún caso, según el candidato, habrían recibido financiación para campañas al Congreso.
El director del Departamento Administrativo de Seguridad, Felipe Muñoz manifestó que no existe duda de la injerencia de Venezuela en las elecciones presidenciales. Citó que, al menos en dos informes, estaba probado que varios candidatos opositores recibían fondos por parte del gobierno bolivariano de Venezuela, y no precisamente para posibilitar "reuniones" entre pequeños pueblos como sostienen en la oposición.
La intención de Hugo Chávez de derrocar a Uribe nunca ha sido un secreto. Ya en julio de 2009 pidió a "sus seguidores colombianos", en su circunloquio de Aló Presidente, que "difundieran sus mensajes y planteamientos para que llegaran al pueblo colombiano".
La orden llegó más allá, ordenándole a su ministra de Información que utilizasen a "nuestros amigos y aliados en Colombia, que son muchos" creando un plan político que "permita la unión de las fuerzas que buscan la liberación de Estados Unidos y la consolidación de la independencia y la dignidad latinoamericanas".
Pero estas injerencias demuestran que Chávez quiere evitar a toda costa que el relevo de Uribe al frente de Colombia, continúe por una senda distinta a la del socialismo del siglo XXI. Desde la Corte colombiana han pedido al actual presidente que tome medidas ante estas injerencias, antes de las elecciones generales del próximo mayo.