L D (EFE) En los últimos días, Dera Ismail Khan ha sufrido varios incidentes de violencia sectaria, y de hecho los asistentes al funeral, unas 1.500 personas, se aprestaban a enterrar a un hombre asesinado el día anterior. Por el momento, nadie ha reivindicado la autoría de lo sucedido, y, aunque testigos citados por el canal Geo TV aseguraron que se trató de un atentado suicida, la Policía todavía no ha determinado oficialmente el modus operandi.
Tras la explosión, decenas de personas enfurecidas atacaron un puesto de control policial cercano y comenzaron a lanzar piedras y destruir vehículos en la zona, lo que dificultó las operaciones de rescate y el traslado de heridos a los hospitales. Además, se registraron varios tiroteos, y la mayoría de las tiendas y mercados cerraron sus puertas, mientras que las autoridades pusieron los hospitales en estado de emergencia para atender a los heridos. El primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, se apresuró a condenar el atentado, indicó Geo TV.
Según un informe difundido en enero pasado por un centro de estudios geoestratégicos, casi 8.000 personas murieron en 2008 a consecuencia de la violencia en Pakistán, donde tuvieron lugar más de 2.000 actos de terrorismo. La Provincia de la Frontera Noroeste es uno de los principales focos de violencia, fundamentada en un potente movimiento integrista que se apoya en las tribus pastunes.