Son afirmaciones del prefecto de Lucca, Carmelo Aronica, quien ha explicado a los periodistas en la comisaría de Viareggio, donde se ha instalado la unidad de crisis, que los heridos han sido trasladados al hospital de Versilia a la espera de ser evacuados a otros centro médicos de la región.
Los muertos se elevan a diez, entre las que figura un niño que apareció carbonizado entre las ruinas de una casa. Se teme que el número de fallecidos ascienda dada la gravedad de los heridos y por del derrumbe de varios edificios cercanos a la estación de Viareggio, donde se ha registrado la catástrofe.
De uno de los edificios en ruinas ha sido rescatado con vida esta madrugada un niño, informan fuentes de los bomberos que en estos momentos buscan con ayuda de perros especializados posibles víctimas de una casa derrumbada en la que habitaban 18 personas.
El suceso se ha registrado hacia las 23:50 hora local de este lunes poco antes de que el convoy alcanzara la estación al descarrilar un vagón y arrastrar a otros cuatro más causando el escape del elemento inflamable.
El responsable de los bomberos Antonio Gambardella apuntó que, según algunos testimonios, el tren entró en la estación con los "frenos en llamas", una tesis que no corroboró el maquinista que logró escapar con vida de la catástrofe y quien se limitó a decir que el convoy circulaba a 90 kilómetros por hora. Sin embargo, Giuseppe Ferracciolo, un camarero de la estación, narró que el tren entró en la terminal ferroviaria "a toda velocidad, se veían chispas que salían de los raíles y venía envuelto en una nube de polvo. Poco después, numerosas explosiones transformaron en una enorme hoguera la estación, las casas circundantes y los coches aparcados en Via Aurelia".
Fuentes de la prefectura de Lucca dijeron que una "nube de gas" creada por el escape de gas de los vagones que "cedieron en su estructura al descarrilar" alcanzó una casa vecina y en ese momento, un chispa pudo haber causado la deflagración no sólo de los vagones, sino también del propio edificio saturado del elemento inflamable. Debido a esta hipótesis, la Prefectura y Ferrocarriles del Estado, ya han descartado el que "se registrara un choque entre dos trenes".
El "efecto bomba" ha causado una onda expansiva que ha afectado a varios edificios vecinos que se han derrumbado, mientras que otros se han visto envueltos en llamas, dijeron. Los muertos y los heridos son todos ellos civiles y han resultado afectados en una zona residencial de 300 metros próxima al área de la explosión, añadieron.
Los testimonios de la tragedia se multiplican: "He visto gente que se escapaba de los coches incendiados quitándose la ropa en llamas, verdaderas antorchas humanas", refiere Chiara M.. Por su parte, una vecina, Luigina, narra: "He visto al menos a cuatro personas en el suelo cubiertas con sábanas mientras los coches explotaban como si fueran bombas, continuaban explotando una hora después del descarrilamiento del maldito tren".
El tren, formado por catorce vagones, procedía de la localidad de Trecate (Piamonte) y se dirigía a Gricignano (Campania), informa en el comunicado Ferrocarriles del Estado que añade que a su partida el convoy se encontraba en óptimas condiciones. Además de los cinco vagones implicados, "otros dos quedaron en posición vertical y los otros siete no han sufrido consecuencias", concluye.