El joven fue arrestado cuando trataba introducirse en el campamento, según informa el diario israelí Haaretz, fue enviado por sus familiares. Según la investigación, el chico se comportaba de forma extraña y en un primer momento, los soldados pensaron que estaba bebido. Después, se aclaró que sufría una enfermedad mental.
En su relato, el joven explicó que su familia deseaba que muriera y le forzaron a dirigirse al campamento con la esperanza de que el Ejército le disparara.
Miembros del Ejército que inspeccionaron la zona confirmaron la versión del chico y encontraron a cuatro miembros de su familia que intentaban huir del lugar.