LD (Europa Press) Así, el investigador titular del área de investigación en peligrosidad y riesgos geológicos del IGME, Miguel Ángel Rodríguez Pascua, explicó que en España hay peligrosidad sísmica elevada en varios puntos del país, especialmente en la cordillera bética y en el Pirineo, aunque "en todos los lugares" puede producirse un terremoto.
Rodríguez Pascua subrayó que al igual que el terremoto de 5,8 grados en la escala Richter que zarandeó en la madrugada de este lunes el centro de Italia, "en cualquier punto del planeta" se va a producir un movimiento sísmico ya que "sólo es cuestión de tiempo, porque se trata de una cuestión de transmisión de fuerzas".
Sobre las posibilidades de predecir dónde se registrará un movimiento sísmico, Rodríguez Pascua reconoció que los expertos no pueden predecir un terremoto a nivel temporal, es decir cuándo se producirá, pero sí pueden preverlo a nivel geológico, dónde y con qué fuerza.
"La predicción no es posible, al igual que nadie va al médico a preguntarle cuándo y cómo se va a poner malo", comentó. Por ello, señaló que el IGME trabaja y estudia los lugares de mayor peligrosidad, pero indicó que aún quedan muchas zonas donde aún no hay datos de significancia histórica geológica y donde se está investigando en la actualidad.
En este sentido, indicó que "sí sabemos dónde se va a producir y cuán grande va a ser", insistió el investigador que advirtió de que en el caso de Italia, la monitorización estaba registrando anomalías en análisis de radón, que es un indicador de alarma geológica in mediata. "Desde la geología es sólo cuestión de tiempo".
Por otro lado, Rodríguez Pascua precisó que el más importante en la historia de la Península Ibérica fue el terremoto que se registró en Lisboa en 1755, que provocó un maremoto que afectó a las costas de Huelva y Cádiz seguido por el de Carmona (1504), y agregó que en los últimos quinientos años se ha producido un terremoto muy destructivo cada 100 años.