Sin duda el hallazgo sorprende no sólo por los métodos cada vez más sofisticados que utilizan los narcotraficantes sino también por el costo que representa. Los agentes antidroga de EEUU y Ecuador encontraron este submarino en la zona de Esmeraldas, cerca al Océano Pacífico y de la frontera con Colombia. Tiene 33 metros de eslora, mide casi tres de alto y está construido con fibra de vidrio y otros materiales compuestos y pintado de camuflaje.
El director regional andino de la DEA, Jay Bergman, ha confirmado que "es el primer submarino completamente sumergible y totalmente operativo para viajes transoceánicos que hayamos encontrado" ya que los anteriores eran "semisumergibles" y se encargaban de dejar la carga de droga en Centroamérica para luego ser llevada a EEUU. Joel Loaiza, director nacional Antinarcóticos de Ecuador, informó además de que cerca del sumergible se había preparado una zona con casas de madera y techos metálicos: "En ese sitio hay habitaciones para albergar de 48 a 50 personas. También una caleta especial, en donde, posiblemente, se almacenaba droga".
Según las primeras investigaciones, el aparato no habría realizado por el momento ningún viaje transoceánico y aunque en su interior los agentes no encontraron ningún tipo de droga, sí han hallado indicios de que se escondió sustancias ilegales en algún momento. Según las autoridades, los narcotraficantes dejaron en la zona maquinaria eléctricas, equipos de soldadura y herramientas, lo que podría señalar que el submarino pudo haber sido fabricado en ese mismo lugar.
La zona de Esmeraldas es una región de la selva muy complicada geográfícamente ya que está llena de pequeños ríos y canales. Ahí suele fluir el contrabando de droga y armas entre los narcotraficantes y grupos colombianos como los paramilitares Águilas Negras y los terroristas de las FARC.