(Libertad Digital) Según publica elmundo.es, el periodista se encontraba en tercera fila cuando arrojó sus zapatos, uno detrás de otro, mientras clamaba "toma tu beso de despedida, perro". Ninguno logró dar en su objetivo, pasando uno de ellos por encima del presidente, y estampándose el segundo en la pared que había detrás de él.
Inmediatamente los Servicios Secretos estadounidenses y los Servicios de Seguridad iraquíes se lanzaron sobre el sujeto, que fue inmovilizado en el suelo y sacado fuera de las dependencias privadas de Maliki mientras continuaba gritando y amenazando a Bush.
Éste reaccionó calmando a los asistentes, y sonriendo aseguró " no me molesta ", según asegura El Mundo. Bush se encuentra de visita sorpresa en Irak, la última de su mandato, para ratificar el acuerdo de seguridad bilateral con el presidente iraquí.