Mufti Sheik Haron, de origen iraní y que empleaba el sobrenombre de Ayatolah Manteghi Boroujerdi, ha sido acusado de emplear el servicio postal para "amenazar o insultar" mediante cartas dirigidas a las familias de siete militares que perdieron la vida en ataques o enfrentamientos contra terroristas talibanes y miembros de Al Qaeda.
Tras declarar ante un tribunal de Sídney, el acusado fue puesto en libertad bajo fianza, aunque deberá comparecer el próximo 10 de noviembre para ser juzgado por siete violaciones de la ley, que contempla penas de hasta dos años de prisión por cada una.
"Siento que hayas perdido a tu hijo, pero no siento que el asesino de civiles inocentes haya perdido la vida", decía en alguna de las cartas, cuyo contenido ha sido publicado por algunos diarios australianos.
Once soldados australianos han muerto en Afganistán desde que en 2001 Australia envió un contingente militar a ese país para luchar al lado de las fuerzas de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
El caso de las cartas surgió un día después de que el Gobierno de Australia, aliado de las fuerzas de la OTAN en las operaciones contra los rebeldes talibanes, diera una señal de que planea retirar sus tropas de Afganistán antes de lo que principio había previsto.
El ministro de Defensa, John Faulkner, señaló el miércoles en Camberra que el Gobierno y los jefes militares australianos examinan la forma de completar cuanto antes los cometidos que sus cerca de 1.550 soldados cumplen en suelo afgano.