LD (Agencias) El ministro de Interior del régimen de Venezuela, Tarek El-Aissami, ha informado que tres miembros de los servicios de inteligencia del Ejército y otro funcionario de la Policía científica permanecen detenidos junto a otras dos personas cuyos nombres no se han hecho públicos, por su responsabilidad en el asesinato de Julio Soto, líder de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad del Zulia, movimiento estudiantil opositor al presidente Hugo Chávez.
El primero de octubre pasado, Soto fue acribillado en la ciudad de Maracaibo por dos sicarios que interceptaron al líder estudiantil cuando circulaba con su coche por las calles de la capital del Estado Zulia. De acuerdo con la Policía, el estudiante estaría implicado con las mafias que trafican con los bonos estudiantiles de transporte y que mensualmente mueven sumas millonarias de dinero en efectivo.
La Fiscal general venezolana, Luisa Ortega, señaló que los detenidos no se entregaron sino que fueron arrestados gracias al trabajo de agentes de investigación. De hecho, consideró el caso "prácticamente cerrado". Desde el principio, el Gobierno descartó el móvil político.
Sin embargo, los analistas políticos contrarios al régimen "chavista" han subrayado que ni El Aissami ni Ortega han explicado las razones por las que tres miembros de los servicios de inteligencia militar y un miembro de la Policía científica están implicados en el crimen del joven de 31 años.
La noticia de la detención de los sospechosos ha coincidido con un paro general de veinticuatro horas en las universidades de todo el país. Tras el asesinato de Soto, los grupos universitarios opositores al régimen de Chávez no convocaron a manifestaciones exigiendo justicia a pesar de que los soldados y policías se apostaron en todos los accesos a la Universidad del Zulia.