
L D (EFE) El tribunal aceptó el criterio de la defensa de que la acción del periodista no podía considerarse como un ataque a un jefe de Estado, sino como un ofensa, y si no hubiera sido así se arriesgaba a una pena máxima de 15 años de prisión.
En la primera sesión de este juicio, que se llevó a cabo el 19 de febrero pasado, Montazer señaló que había decidido lanzar sus zapatos a Bush para vengar la "opresión de Estados Unidos en Irak" y protestar por la ocupación militar extranjera en este país. "Sentí que la sangre de los inocentes corría debajo de mis pies cuando vi la sonrisa de Bush, que vino para despedirse de Irak en la última cena, tras dejar más de un millón de mártires, además de la destrucción económica y social del país", agregó el periodista en esa ocasión, según el relato de sus abogados.
Al Zaidi, de 27 años, trabaja para el canal de televisión vía satélite Al Bagdadia, cuya sede está en El Cairo. El periodista, al que defienden en los tribunales prestigiosos abogados iraquíes, tiene derecho de apelar la sentencia, aunque este paso no ha sido anunciado aún por el equipo que le defiende. En Irak, igual que en gran parte del mundo árabe, arrojar un zapato es una de las mayores ofensas que se pueden cometer contra una persona.