El diario apunta que "el Ejército no depuso al presidente Manuel Zelaya por sí solo, sino siguiendo una orden del Tribunal Supremo y dio el poder rápidamente al presidente del Congreso hondureño, un hombre del mismo partido de Zelaya". Agrega que "las autoridades legislativas y judiciales permanecieron intactas" tras la acción.
Hace esta pequeña descripción de lo que ha ocurrido para después entrar en una crítica a la Administración Obama. Señala que "mencionamos esos detalles porque se están pasando por alto mientras el mundo, incluido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, denuncia lo que ocurre en la pequeña Honduras de una manera en la que nunca lo ha hecho, por ejemplo, con Irán". El periódico neoyorquino afirma que Obama se ha posicionado en este asunto "junto a la ONU, Fidel Castro, Hugo Chávez y otros demócratas modélicos pidiendo la vuelta del señor Zelaya". Recuerda además que en su momento EEUU cometió un error similar cuando apoyó la vuelta de Aristide a Haiti.
Sin embargo, opina que hubiera sido más inteligente "no enviar al señor Zelaya fuera del país en plena madrugada" ya que pese a las presiones del ahora ex presidente por imponer su consulta popular ya el fiscal general y las cortes judiciales hondureñas se habían posicionado en contra por considerarla ilegal y anticonstitucional. Por eso, apunta que lo mejor hubiera sido impugnarlo y después arrestarlo.
Lo que subraya The Wall Street Journal, y que parece haber olvidado gran parte de la prensa internacional, es que detrás de todo esto está Hugo Chávez. Dice claramente que lo que ocurre en Honduras debe leerse "en el contexto del chavismo latinoamericano" y relata todos los episodios autoritarios del golpista presidente venezolano desde que fuera elegido democráticamente en 1998. Por eso, –considerando que Honduras era otro de sus objetivos–, subraya que "no es extraño que sea Chávez el que encabece la campaña para la restitución de Zelaya como presidente".
Y si esto ocurre en este prestigioso diario, en otros algunos columnistas también destacan la participación de Chávez en toda la crisis de Honduras. En el diario The New York Times, Álvaro Vargas Llosa señala que Zelaya presionó hasta el límite su intención de llevar a cado su consulta para hacer un cambio en la Constitución y así aprobar la reelección. Apunta que "aunque el golpe haya tenido un gran apoyo popular", ha permitido que Chávez se posicione como su gran defensor, lo que le ha dado aún más fuerza en la región. Chávez, en su opinión, es el gran vencedor en Honduras.