Así lo asegura El Mundo, que señala a Sarkozy como iniciador de la discusión, al sacar el tema de las deportaciones durante la comida "varias veces", y atacó a Barroso directamente. La agitación, en la que estaban presentes el resto de jefes de Estado y Gobierno de la UE, ha sido definida por el primer ministro búlgaro como "una escandalera".
Según varios testigos, la actitud del presidente francés durante el almuerzo ha sido "muy agresiva" con el presidente de la Comisión Europea, que ya ha expresado su oposición a la decisión de Francia en la expulsión de gitanos.
Sin embargo, Zapatero ha negado que la discusión haya sido tan tensa. Preguntado a este respecto durante una rueda de prensa, el presidente del Gobierno español ha preferido definirlo como un "intercambio" de opiniones.
Este encontronazo se produce después del acaecido con la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reading, que llegó a comparar las expulsiones de gitanos con las deportaciones de judíos de los nazis. El presidente francés respondió con contundencia ante tales agravios, pidiéndole a la comisaria que "acogiera en Luxemburgo a los gitanos", país del que procede.