LD (EFE) Fuentes judiciales han confirmado que el Tribunal Supremo de Rusia ha denegado la rehabilitación del último zar, Nicolás II, y de su familia como víctimas de las represiones políticas por parte de los bolcheviques, que los fusilaron en 1918.
La agencia de noticias Itar-Tass menciona que en el fallo, los miembros de la Sala de lo Penal no existen fundamentos legales para reconocer a la familia real como víctimas de las represiones. De ese modo se confirma una resolución anterior de la Fiscalía General de Rusia que señalaba que "no existen testimonios fidedignos sobre la existencia de sentencias oficiales de órganos judiciales o extrajudiciales en las que se haya decidido someter a represiones a los difuntos".
En su resolución, la Fiscalía destaca que la existencia de tal sentencia es condición indispensable para aprobar la rehabilitación, reclamada desde diciembre de 2005 por la Gran Duquesa María Románova, actual cabeza de la Casa Imperial rusa y residente en España. Ella ha amenazado con acudir ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo para hacer realidad sus anhelos de "justicia histórica" en caso de que Rusia no reconozca el asesinato de la familia real como un "crimen político".
El zar Nicolás II, su esposa y sus cinco hijos, entre ellos el príncipe heredero, Alexéi, fueron ejecutados en un sótano de la casa Ipatiev, en la ciudad de Yekaterimburgo (Urales) el 17 de julio de 1918, y sus cuerpos destruidos y enterrados en un bosque.