El ministro de Comunicación de Marruecos, Jalid Naciri, lamentó que "la buena fe marroquí ha sido, de nuevo, traicionada", según informa la agencia de noticias oficial MAP. En este sentido, criticó que ambos periódicos han publicado en las últimas semanas "un torrente de mentiras sobre los sucesos de El Aaiún".
En este sentido, reclama a las publicaciones que realicen una aproximación "objetiva" y "respetuosa" a estos hechos en lugar de hacerse eco únicamente de las "alegaciones interesadas de violaciones de los Derechos Humanos". Naciri señaló que El País y El Mundo se han negado a publicar los desmentidos de las autoridades marroquíes y rectificaciones a sus "manipulaciones".
La enviada de El Mundo, Ana Romero, fue expulsada este lunes del Sáhara Occidental por representar una "amenaza grave para el orden público", según Rabat. El portavoz marroquí señaló que el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, reclamó este lunes en una emisora de radio la intervención del Gobierno español para proteger a Romero. Naciri negó que, como alega la reportera y el director de su periódico, se encontrase amenazada su integridad física.
En cambio, Rabat denunció "la actitud provocadora" de El Mundo y de su corresponsal, al tiempo que criticó que Tomás Barbulo Marcos, enviado de El País, ha caído en un "enfoque obsesivo" sobre los incidentes de la capital del Sáhara Occidental.
En el caso particular de El País, Naciri declaró que durante una entrevista concedida al periódico por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación marroquí, Taieb Fassi Fihri, las autoridades constataron "la orientación antimarroquí" del diario. Citó como ejemplo que Barbulo dijese, "de manera insidiosa", que Fassi Fihri había reconocido de forma implícita los supuestos casos de tortura.
"Nos encontramos, de nuevo, frente a una calumnia de extrema gravedad, sumada a una falta de profesionalidad inadmisible", lo que llevará al Ejecutivo de Marruecos a trasladar el conflicto ante la Justicia española, explicó el portavoz.