Su larga vida en el mundo empresarial ha sido una de las razones por las que Sebastián Piñera ha decidido confiar gran parte de su gabinete a reconocidos empresarios, académicos y tecnócratas sin tomar en cuenta su procedencia partidista. De hecho, gran parte de ellos son independientes. De los 22 ministros -en los que hay seis mujeres- hay 15 que no militan en ningún partido político.
Durante su discurso, Piñera apuntó que "se trata de veintidós personas con auténtica capacidad y formación académica y profesional, con gran vocación de servicio público". Agregó que "este equipo encarnará la nueva forma de gobernar: un gobierno que restablezca la cultura de hacer las cosas bien, la cultura de hacer las cosas en forma honesta y la cultura de hacer las cosas con un sentido de urgencia. Se trata de un equipo diverso, de mujeres y hombres libres, jóvenes y no tan jóvenes, militantes e independientes, de Santiago y regiones, con distintos pasados políticos".
El presidente electo también quiso agradecer el trabajo de los sus predecesores -Michelle Bachelet, Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Patricio Aylwin- con quienes ha hablado en los últimos días y de los que recibió "generosas palabras de estímulo y sabios consejos". "Cada uno de ellos -apuntó Piñera- tomó sobre sus hombros la misma responsabilidad que me dispongo a asumir. Y por eso, no he dudado ni dudaré jamás en consultarlos cada vez que las decisiones de Estado que debamos adoptar así lo requieran". Dijo además que su gobierno "no parte de cero" ya que "hay mucho camino avanzado".
Una de las grandes sorpresas en el anuncio que realizó este martes Piñera en el Museo Histórico Nacional de Santiago de Chile fue la designación de Jaime Ravinet en el ministerio de Defensa, un puesto que ya ocupó en 2004 durante el gobierno del socialista Ricardo Lagos cuando la titular de la cartera, Michelle Bachelet, decidió renunciar para así optar a la presidencia, tal y como se exige en las leyes electorales chilenas. Ravinet proviene de la Democracia Cristiana (DC), partido con el que fue elegido alcalde de Santiago durante dos periodos consecutivos (1992 y 1996) tras ser nombrado por Patricio Aylwin -entonces presidente- al frente del consistorio en 1990.
Rechazo desde la Democracia Cristiana
La designación de Ravinet en una cartera tan importante ha provocado el rechazo de muchos miembros de la DC, por lo que el nuevo miembro del gobierno se ha visto obligado a renunciar al partido para aceptar dicha responsabilidad. El presidente democristiano declaró al diario La Tercera que "el gabinete es representativo de la derecha donde sólo destaca una oveja negra", en clara alusión a Ravinet.
Renán Fuentealba, vicepresidente del partido, indicó en declaraciones que recoge la edición digital del diario El Mercurio, que se trataba de "una desilusión muy grande que un militante de nuestro partido asuma un cargo de representación política en este gobierno, que ha tenido una carrera política intachable". Agregó que "es un pésimo ejemplo para la juventud. Se dio vuelta la chaqueta, esto hace que los jóvenes no confíen en los políticos". Confesó además que este lunes lo llamó por teléfono para preguntarle sobre los rumores: "Somos amigos desde 1962 y cuando lo llamé él no lo desmintió ni tampoco lo confirmó, tuvo falta de hombría al no asumir esta condición".
En cuanto al resto del gabinete, el senador electo Fulvio Rossi se mostró "preocupado" de que el nuevo gabinete sea "claramente empresarial" y que les hubiera gustado que "alguno de los ministros fuera hijo de la clase media". Además criticó que algunos de los ministros designados fueran empresarios, algo que a su juicio podría presentar "claramente conflictos de interés". Para Domingo Namuncura, del Partido Por la Democracia (PPD), "la mayoría son personas vinculadas a las empresas que han asesorado empresas o que provienen de conglomerados financieros".