Según informes recibidos por AI, un tribunal de Tabuk (al noroeste de Arabia Saudí) se ha acercado a varios hospitales para preguntar si pueden llevar a cabo este castigo, solicitado por la víctima lesionada.
La directora en funciones de Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional, Hassiba Hadj Sahraoui, equiparó este castigo a "la tortura": "Aunque los culpables de un delito deben responder de él, paralizar de forma deliberada a un hombre es tortura y constituye una violación de las obligaciones internacionales de derechos humanos", añadió.
Según un informe recibido por Amnistía, un hospital afirma que es posible cortar la médula espinal al condenado en el mismo lugar que le causó el daño a su víctima con un cuchillo durante una pelea hace más de dos años.
No obstante, el tribunal puede rechazar este castigo e imponer en su lugar la cárcel, una compensación económica o la flagelación. El hombre, cuya identidad no ha sido desvelada, ya ha sido condenado a siete meses de prisión, aunque, según AI, no contó con asistencia legal durante el juicio.
Para Amnistía, seccionar la médula espinal al condenado constituiría una violación de la prohibición absoluta de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes y violaría la Convención de la ONU contra la Tortura, de la que Arabia Saudí es estado parte, y los Principios de Ética Médica, aprobados por la Asamblea General de la ONU.
AI recordó que Arabia Saudí condena con regularidad a personas con diversas formas de castigo corporal. Por ejemplo, los azotes son obligatorios en algunos delitos y los jueces pueden utilizar esta pena como alternativa o complemento a otras. Otros casos similares al del hombre al que se quiere seccionar la médula espinal han sido sentencias de sacar los ojos o extraer dientes.