Primero predijo el apocalipsis y después una catástrofe. Su portavoz de prensa matizó que entre sus fuentes estaban las informaciones de prensa. Este jueves, el comisario europeo de Energía insiste. Tras proponer que las centrales europeas pasen unas pruebas de resistencia, Günther Oettinger ha asegurado que no todas las centrales nucleares europeas las superarán pues no responden a los criterios de seguridad más exigentes.
"Las pruebas de resistencia que la Unión Europea va a llevar a cabo mostrarán que no todas (las centrales) responden a las normas de seguridad más estrictas", declaró Oettinger a la cadena de televisión franco-alemana Arte.
El comisario justificó ayer ante el Parlamento Europeo la realización de esos test porque "tenemos que revaluar todos los riesgos" con "un balance de seguridad exhaustivo". En los 27 países de la UE hay 143 reactores atómicos en activo, 58 de los cuales en Francia.
La clave del tono de las palabras de Oettinger hay que buscarla en su país de origen, Alemania, que celebra elecciones regionales en varios estados. Uno de ellos, Baden-Württenberg, es clave para la CDU, el partido de Merkel: las encuestas que los verdes y los socialistas podrían arrebatarle el gobierno a los conservadores. De ahí que el asunto nuclear se esté convirtiendo en central en la campaña.
Pero la propuesta y las palabras del comisario Oettinger no han sido las únicas escuchadas en la Comisión Europea. Un portavoz del organismo ha anunciado que se ha emitido "una recomendación a través del Sistema de alerta rápida para la comida y los alimentos para animales". El consejo a los estados europeos es que se realicen controles de radiactividad sobre los alimentos importados por Japón, algo que afectaría a "cantidades mínimas de productos".