La información fue confirmada también por diversas fuentes a la agencia Reuters. El diario The Washington Post, por su parte, informaba esta madrugada en su edición digital que la base de Chapman servía como centro de operaciones para la CIA en Afganistán.
Una de las fuentes consultadas por el rotativo detalló que el suicida, que llevaba un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo, hizo estallar la carga en una sala utilizada como gimnasio por los huéspedes de la base. Hasta ahora sólo habían fallecido cuatro agentes de la CIA en el país asiático, por lo que se trata del atentado más sangriento contra la inteligencia estadounidense tras ocho en Afganistán.
Como consecuencia de la explosión también habrían resultado heridas otras ocho personas, varias de ellas de gravedad, asegura el Washington Post. Las múltiples fuentes consultadas por el diario no pudieron explicar cómo el asaltante consiguió saltarse los controles de seguridad y penetrar en el complejo sin ser detectado.
"Se trata de una pesadilla sobre la que ya habíamos alertado desde que fuimos a Afganistán e Irak", indicó el ex-vicedirector de la CIA John E. McLaughing al rotativo de Washington. "Nuestra gente está en la línea de fuego con frecuencia, sin la protección necesaria, poniendo sus vidas literalmente en peligro", agregó.